08/11/2025
Dicen que la desgracia de unos puede convertirse en la esperanza de otros. Así ocurrió con una perrita callejera que fue captada llevando un pollo entero en el hocico. Pudo habérselo comido sola, pero decidió llevarlo a sus cachorros, compartiendo con ellos lo poco que había encontrado.
Su gesto nos recuerda que incluso quienes menos tienen son capaces de los actos más grandes de amor.
Si alguna vez ves a un perrito en la calle, ofrécele un poco de comida. Tal vez sea su único alimento del día… o el que compartirá con sus crías. Ellos no eligieron esa vida; solo intentan sobrevivir en un mundo que muchas veces se olvida de ser compasivo.
Créditos a quien correspondan.