02/07/2025
EL PREMIO DEL
🛑 : de falso salvador a representante
//Pascal Beltrán del Río
A Hugo López-Gatell, exsubsecretario de Salud, quien condujo la desastrosa política sanitaria frente al Covid-19, lo nombraron en un puesto inexistente. Y es que en el organigrama del gobierno no hay tal cosa como “representante ante la Organización Mundial de la Salud”. Ni en la Secretaría de Relaciones Exteriores ni en la de Salud existe tal posición.
Lo que sí hay es una oficina de representación ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, Suiza, entre las que están la Organización Internacional del Trabajo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Organización Mundial de la Salud.
Dicha posición, encuadrada en la Secretaría de Relaciones Exteriores, existe desde 1950, y ha tenido entre sus titulares más distinguidos a Emilio Calderón Puig (quien la ocupó durante nueve años en las décadas de los años 50 y 60), Octavio Paz, Antonio Gómez Robledo, Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, Manuel Tello Macías, Luis Alfonso de Alba, Juan José Gómez Camacho y Jorge Lomónaco. Desde febrero de 2022, la representante permanente de México en Ginebra es Francisca Méndez Escobar, diplomática del Servicio Exterior.
El que el nombramiento de López-Gatell –oficializado ayer por la presidenta Claudia Sheinbaum– no corresponda a una embajada, permite que el exsecretario de Salud pueda aceptar la chamba sin necesidad de pasar por el Senado.
Aun así, habrá que crearle alguna categoría burocrática para que puedan pagarle. Fuentes consultadas ayer dijeron que lo más seguro es que se incorpore a la oficina que encabeza Méndez Escobar, como una suerte de enlace con los organismos de salud en Ginebra.
Ni siquiera se espera que tenga mucho trabajo, pues la única época del año en la que la OMS conoce actividad en la que participan representantes de los Estados miembros de la ONU es durante la Asamblea Mundial de la Salud, un encuentro anual cuya edición número 78 se celebró en mayo pasado.
La función principal de la AMS es determinar las políticas de la organización, designar a su director general, supervisar las políticas financieras, y revisar y adoptar el programa de presupuesto propuesto.
La asamblea atrae a una amplia gama de líderes y expertos en salud de todo el mundo, no sólo ministros, sino también directores de centros de control de enfermedades, académicos, y representantes de la sociedad civil y organizaciones internacionales. La participación de delegaciones numerosas, como la de China, con más de 180 delegados este año, subraya la importancia que las naciones dan a este evento.
Por parte de México asistió el secretario de Salud, David Kershenobich, quien habló en la plenaria. Adicionalmente, participó en eventos paralelos sobre salud mental y derechos humanos, participación social en materia de salud y el Plan de Aceleración de la OMS para Detener la Obesidad, dice el comunicado de la secretaría, publicado en su oportunidad.
De haber querido dar realce al nombramiento de López-Gatell como “representante ante la OMS”, lo lógico hubiera sido enviarlo antes, no cuando ya pasó el encuentro anual.
Nombrarlo ahora, en plenas vacaciones de verano, cuando no debe haber un alma en las oficinas de la organización en el suburbio ginebrino de Chambésy, pone de manifiesto la poca relevancia del encargo. Después de que lo dejaron sin premio en el reparto de las candidaturas para 2024, será uno más entre una docena de diplomáticos que integran la Representación Permanente de México en Ginebra.
Hace un lustro, a López-Gatell lo pintaban algunos como salvador de los mexicanos y hasta tamaños le veían para aspirar a la Presidencia. Hoy es recordado como el funcionario que provocó uno de los peores desempeños nacionales frente a la pandemia, en número de muertes y casos.
Pese a ello, recibió el nombramiento para “representar” a México ante el máximo organismo mundial de salud, una suerte de exilio dorado que ni los más recalcitrantes adherentes de la Cuatroté pensaban que llegarían a ver.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/gatell-de-falso-salvador-a-falso-representante/1724616