
24/07/2025
Latosos, 🌧️ El ciclón Janet y la herida que dejó en (1955)
A finales de septiembre de 1955, Misantla vivió uno de los episodios más tristes y devastadores de su historia. Aquel año, el huracán Janet —uno de los más poderosos registrados en el Atlántico— no azotó directamente nuestro pueblo, pero sus lluvias torrenciales bastaron para desbordar el río Misantla y desencadenar una tragedia que aún se recuerda con respeto y asombro.
Los más viejos cuentan que aquella noche el cielo parecía llorar con furia. El agua caía sin tregua, el río creció como nunca antes se había visto y, en cuestión de horas, arrasó con todo lo que encontró a su paso: casas, árboles, animales... y también historias.
Una de las pérdidas más simbólicas fue la del puente Cánovas, aquella estructura que durante décadas unió a la ciudad con orgullo y funcionalidad. Su destrucción no solo fue material, fue un golpe al alma de los misantecos. Verlo colapsar entre la corriente brava del río fue como ver desaparecer un pedazo de la memoria colectiva.
Muchas familias lo perdieron todo, pero también emergió la solidaridad que siempre ha caracterizado a nuestro pueblo. Misantla se levantó, con cicatrices, sí, pero con la frente en alto. Hoy, a casi 70 años de aquel desastre, recordamos no solo la furia del ciclón Janet, sino también la fuerza de nuestra gente.
Porque aunque el río arrasó con el puente, jamás pudo con nuestro espíritu. 🕊️