20/10/2025
El río que se llevó todo: 30 años de la tromba en Misantla
* El desbordamiento del río dejó destrucción, pero también mostró la fuerza y solidaridad de una ciudad unida que hoy todos recordamos
Misantla, Ver. 20 de oct de 2025.- El dia de hoy se cumplen 30 años de la tromba que desbordó el río Misantla, dejando una huella imborrable en la memoria de la ciudad y sus habitantes. Lo que comenzó como una intensa lluvia en la madrugada de aquel fatídico día de 1995, pronto se convirtió en una catástrofe sin precedentes para los misantecos, cuando las aguas del río desbordado irrumpieron por las calles de la ciudad.
A pesar de la cercanía temporal con el huracán Roxana, que en octubre de 1995 había golpeado fuertemente la Península de Yucatán y otras regiones de México, la tromba que azotó a Misantla no fue una consecuencia directa del huracán. La precipitación torrencial que se desató sobre Misantla se debió a sistemas meteorológicos locales que, aun sin estar vinculados con Roxana, desencadenaron uno de los eventos más devastadores en la historia reciente de la ciudad.
La furia del río no perdonó. Pasó por el centro de Misantla como un torrente implacable, inundando viviendas, comercios y oficinas, mientras los habitantes, con el agua hasta la cintura, intentaban salvar lo poco que podían cargar en sus manos. Desde la calle Obregón hasta las colonias de la zona baja de la ciudad, la devastación fue generalizada. El lodo se apoderó del Zotuco, Obregón, callejón de Terán, callejón de las Gachupinas, Aquiles Serdán y sus alrededores, dejando a su paso un rastro de destrucción y desesperanza. Las casas quedaron cubiertas de lodo, y el río, en su arrebato, arrastró todo lo que encontró: tanques, cocinas, estufas, salas y camas flotaron por las calles convertidas en canales improvisados.
Varios autos de vecinos de las calles por donde pasó la tromba fueron arrastrados, mientras las afectaciones se extendieron desde la colonia Pedregal, pasando por el centro de la ciudad, hasta la colonia Aviación y las áreas más bajas. No hubo barrio o colonia que no sufriera las consecuencias.
Pero en medio de la tragedia, Misantla mostró su lado más solidario. La comunidad se unió de una forma admirable: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, todos colaboraron en las labores de rescate y limpieza. Pronto, la ayuda comenzó a llegar desde diferentes puntos del país. Los misantecos que vivían en otras ciudades también se movilizaron para enviar alimentos, ropa, medicinas y cualquier cosa que pudiera aliviar el sufrimiento de quienes habían perdido casi todo.
El evento de 1995 sigue siendo recordado como uno de los desastres más impactantes en la historia de Misantla, pero también como un testimonio de la fortaleza y la solidaridad de su gente. A 30 años de distancia, las cicatrices del río desbordado permanecen vivas en la memoria colectiva de la ciudad, que hoy celebra no solo el recuerdo de aquella tragedia, sino el espíritu de unidad que definió a Misantla en su momento más oscuro.
Esta tragedia que ocurrió hace 30 años pone en la memoria de los misantecos lo que está pasando en el norte del estado en donde el pueblo de Misantla se ha unido con ellos en todo momento.