16/09/2025
LORENZO GARZA, "EL AVE DE LAS TEMPESTADES"...
Entre Querétaro y San Juan del Río estuvo un rancho llamado Montecristo. Esta propiedad perteneció al gran torero Lorenzo Garza.
Garza no tenía ni idea de cómo hacer producir el campo, y contrató a un ingeniero agrónomo para que le ayudara en estas labores. Adquirió la maquinaria necesaria, las semillas y los fertilizantes adecuados. En muy poco tiempo, el rancho había adquirido un valor muy alto. "En cada cosecha se escuchaba decir- sacaba tres o cuatro veces lo que pagué por Montecristo".
Una enorme hacienda colindaba con el rancho de Lorenzo. El dueño era un viejo ranchero que vivía miserablemente, a pesar de que tenía dinero a manos llenas y hacía todo lo posible por ahorrar y ahorrar. Garza lo conoció porque frecuentemente iba a Montecristo a pedir alguna cosa prestada: un tractor, un camión... el caso era no gastar en comprar.
Cierto 10 de agosto, día de San Lorenzo, el torero organizó una fiesta inolvidable en el casco de Montecristo, que tenía muy buen tamaño, pero no cabían los invitados de tantos que habían llegado. Se sirvió una comida riquísima... ¡al más puro estilo de Monterrey! Las botellas de coñac se abrían como si fueran refrescos; la orquesta no dejó de tocar, y la fiesta tuvo el sello de Lorenzo Garza... ¡todo a lo grande!
Dos o tres días después, el ranchero rico llegó a Montecristo...
-Don Lorenzo, ¡qué fiesta!... cómo celebró usté su santo. Nunca había yo asistido a ninguna fiesta como la suya.
-¿Lo atendieron bien? ¿Estuvo contento?
-Sí, matador. Me la pasé de lujo. Yo a usted lo estimo y por ese motivo estoy preocupado.
-¿Y qué le preocupa, dígame? -preguntó intrigado el torero.
-Me preocupa, don Lorenzo, que usted gasta mucho dinero y eso no está bien. ¿Cuánto le costó la fiesta, a ver?
-Uy, amigo, no sabría decirle. Lo importante fue estar a gusto, pasarla bien y disfrutar con los amigos.
-Oiga, matador... -volvió a la carga el ranchero- ¿no se ha puesto usté a pensar qué haría si se le acaba el dinero?
Lorenzo Garza se quedó unos instantes pensativo
antes de dejarle esta perla a su vecino...
-Mire, si se me acaba el dinero, mi amigo, ya sé lo que voy a hacer: empezaré a vivir como vive usted, ¿qué le parece?
Anécdota:
BIOGRAFÍA...
LORENZO GARZA...EL MEJOR TORERO REGIOMONTANO.
Lorenzo Garza Arrambide. Nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León el 14 de noviembre de 1909. Por su calidad como torero se le conoció como Lorenzo “el Magnífico” y por los escándalos que llegó a protagonizar en el ruedo provocando polémica y división de opiniones se le conoció como “el Ave de las Tempestadas”.
Atraído por la fiesta brava brincó al ruedo como espontáneo el 27 de septiembre de 1927. En 1929 se presentó como novillero en Saltillo, Coahuila.
Tomó la alternativa el 6 de agosto de 1933 en Santander, siendo Pepe Bienvenida su padrino y Antonio García “Maravilla” el testigo. Tras haber sufrido tres fracasos consecutivos, decidió volver a actuar como novillero.
Alternó con Luis Castro “el Soldado”, al adquirir nuevamente prestigio decidió volver a tomar la alternativa el 5 de septiembre de 1934 en Aranjuez, su padrino fue Juan Belmonte y el testigo Marcial Lalanda.
El 25 de noviembre de 1934 confirmó su alternativa en la Ciudad de México con el toro Tabaquero, su padrino fue Jesús Solórzano y el testigo Antonio García “Maravilla”, en esa temporada comenzó a convertirse en uno de los toreros favoritos del público mexicano.
Lorenzo Garza se caracterizó por tener tardes extremas: o bien de triunfo total, o bien de fracaso, bronca y escándalo. En una ocasión se subió a los tendidos con la espada en la mano para confrontar a un aficionado que presumiblemente lo había insultado.
A pesar de los escándalos que protagonizó, se le considera uno de los mejores exponentes del pase natural, el cual llegó a ejecutar arrodillado. Son recordadas las faenas que hizo a Amapolo, Príncipe Azul, Terciopelo, Rabioso y Gitanillo —éste llegó a cornarlo.
El 5 de noviembre de 1965 fue la última tarde en que toreó, regresó de su retiro para ser padrino de Manolo Martínez con Humberto Moro como testigo. Murió el 20 de de septiembre de 1978 en la Ciudad de México.
Lorenzo Garza, "El Ave de las Tempestades", recibe la bendición de su madre antes de salir al ruedo, Ca. 1930.