23/06/2025
Entiendo que la Iglesia tiene posturas tradicionales, pero también creo que es momento de abrir un diálogo sincero e inclusivo. Muchas personas homosexuales viven su fe con autenticidad y podrían aportar mucho a la vida eclesial si se les diera la oportunidad.
Me parece importante recordar que todxs somos hijxs de Dios, y que el llamado al servicio en la Iglesia debería basarse en los dones, la vocación y el compromiso cristiano, no en la orientación sexual. Las palabras del obispo Garfias contrastan con la visión más compasiva que el mismo Papa Francisco promovió.
Respeto la autoridad eclesiástica, pero me preocupa que declaraciones como las del obispo Garfias refuercen la exclusión en lugar del amor y la inclusión que predicó Jesús. La orientación sexual no debería ser un obstáculo para servir con fe y compromiso en la Iglesia.
También es importante recordar que desde el 17 de mayo de 1990 la OMS eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales porque se reconoció que no era una enfermedad, sino una variación normal de la sexualidad humana. Esta decisión fue un paso importante para la aceptación de la diversidad sexual y los derechos de las personas LGBTTTIQ+.
Es por ello, que hoy en día, hablar de que la homosexualidad es una enfermedad mental es erróneo y despectivo, ya que pueden existir algunas enfermedades neurodegenerativas por afecciones somáticas, hoy es más correcto hablar de neuro divergencia. El concepto de enfermedad pertenece al ámbito de la biología y la medicina no de afecciones de la psique y mucho menos de la personalidad.
Reconozco el trabajo que ha venido haciendo el colectivo El Otro Rebaño para llevar un mensaje de fe, incluso y esperanza a las personas católicas de la diversidad sexual.
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| En pleno mes del Orgullo, el arzobispo Carlos Garfias afirmó que, según el derecho canónico, las personas homosexuales no pueden tener cargos en la estructura eclesiástica, al ser consideradas en la iglesia como personas enfermas.🚫🏳️🌈