Crisol es en apariencia una revista, una revista de divulgación, donde diferentes personas, con distintos intereses, plasmamos y por ende difundimos nuestra producción intelectual, pero, y como decía más arriba, eso sólo es en apariencia. Crisol es un espacio en que convergen análisis, visiones, aspiraciones, construcciones conceptuales, sentires, construcciones líricas y literarias. En otras pala
bras, Crisol es la suma del empeño y a la vez de las motivaciones de cada uno de los que formamos parte de este esfuerzo colectivo entre estudiantes y profesores. En este número hacemos un gran honor a nuestro nombre, ya que, a diferencia de la entrega pasada, en esta ocasión la dinámica fue diferente: esta vez no se acordaron temas específicos a trabajar en conjunto desde diferentes visiones. En esta ocasión y de manera muy natural, todos los colaboradores dieron rienda suelta a sus ideas y las plasmaron de manera genial en cada uno de sus escritos, lo cual nos podría hacer pensar que este esfuerzo editorial sólo es una especie de compilado, una especie de listado y compendio de trabajos... Sin embargo, en realidad es todo lo contrario, ya que si nos aventuramos a recorrer cada una de las líneas de cada uno los trabajos aquí presentados, nos será posible disfrutar de una esencia, la cual es común en cada uno de ellos: es una esencia crítica y diferente, misma que hemos consolidado paulatinamente a lo largo de todo el proceso mediante el cual pudimos construir esta tercera entrega. En este número encontramos aportaciones que van desde el análisis del sistema político mexicano, encontrar un nuevo sentido de la ciencia, pasando por contribuciones a la sociología del lenguaje, hasta llegar a las aportaciones artísticas y literarias que no se contentan con mostrarnos un mundo bello y perfecto, sino que buscan reflejar, pero sobre todo criticar de las más variadas formas, nuestra realidad y fijar en nuestras mentes las más variadas preguntas. Todo lo antes dicho va demostrando, número con número, que estamos logrando conformar un núcleo cada vez más extenso, pero también cada vez más fortalecido para la creación y producción intelectual de las más variadas formas, lo cual no puede tener sino la consecuencia de ofrecer una gran calidad en cada una de las líneas en las cuales nos adentraremos al comenzar la lectura de este publicación colectiva. Para muchas culturas, el Crisol es un recipiente que se usa para fundir metales a muy altas temperaturas por lo que el oro se depura cuando lo colocamos dentro de él; en ese mismo sentido, lo mismo pasa en este número, ya que nosotros hemos puesto lo mejor de nuestra producción personal en este proyecto. Ponemos a disposición de nuestros lectores los esfuerzos más sinceros y más puros (como el oro) que se han materializado en cada uno de los diferentes trabajos que a continuación podremos conocer y que llevan el sello que cada vez vamos consolidando más; lleva el sello de Crisol.
