08/11/2024
Entrando a la Corte Celestial por Nuestras Finanzas
La Biblia nos muestra que Dios es un Juez justo y que podemos presentar nuestras necesidades y preocupaciones ante Él.
Cuando enfrentamos dificultades financieras, también podemos llevar este aspecto de nuestra vida a las cortes celestiales, buscando la justicia y provisión de Dios. Entrar en la corte celestial por nuestras finanzas no se trata simplemente de pedir más recursos, sino de presentar nuestras circunstancias y cualquier obstáculo espiritual que pueda estar impidiendo nuestra bendición financiera.
1. Reconocer a Dios como el Proveedor y Dueño de Todo
Para entrar a las cortes celestiales en el área de las finanzas, debemos comenzar reconociendo que Dios es el dueño de toda provisión y que nuestras finanzas están bajo Su control. Salmo 24:1 nos recuerda: "Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan." Reconocerlo como el proveedor y dueño de nuestras finanzas nos coloca en una posición de humildad y fe, reconociendo que toda bendición proviene de Él.
2. Examinar Nuestro Corazón y Arrepentirnos de Cualquier Pecado Financiero
Antes de llevar nuestras finanzas a las cortes celestiales, es importante examinar nuestro corazón. Debemos reconocer si hemos fallado en la administración de los recursos, en prácticas financieras indebidas, o en áreas como el diezmo y la generosidad. Malaquías 3:10 nos dice: "Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto." Al arrepentirnos de cualquier falta en el área financiera, pedimos a Dios que limpie cualquier obstáculo espiritual y nos ayude a alinear nuestras finanzas con Su voluntad.
3. Presentar Nuestro Caso en las Cortes Celestiales
Una vez que nos hemos arrepentido y hemos reconocido a Dios como nuestro proveedor, podemos presentar nuestras circunstancias financieras específicas ante Él. Esto implica pedir a Dios que juzgue cualquier obra del enemigo que esté afectando nuestras finanzas. El enemigo utiliza a menudo el ámbito financiero para robarnos la paz y crear obstáculos, pero Juan 10:10 dice que "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." En las cortes celestiales, oramos para que toda obra de robo, pérdida y destrucción sea juzgada y anulada en el nombre de Jesús.
4. Declarar las Promesas de Dios sobre Nuestras Finanzas
En las cortes celestiales, también es fundamental declarar las promesas de Dios para nuestras finanzas. Filipenses 4:19 dice: "Mi Dios suplirá todas vuestras necesidades conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." Declarar esta y otras promesas significa afirmar que confiamos en la provisión de Dios y que Sus promesas tienen la última palabra sobre nuestras finanzas, no nuestras circunstancias actuales. Esta declaración es una forma de recordarle al enemigo que Dios es nuestro proveedor y que Sus promesas son verdaderas.
5. Orar por Sabiduría y Administración en las Finanzas
Aparte de pedir intervención en nuestras finanzas, debemos orar por sabiduría para administrarlas correctamente. Proverbios 3:9-10 nos anima a honrar a Dios con nuestros bienes y promete que Él llenará nuestros graneros. Al buscar sabiduría y dirección, le pedimos a Dios que nos guíe en cada decisión financiera, de modo que podamos usar los recursos de manera que lo honre y atraiga Su bendición.
Oración para Entrar a las Cortes Celestiales por Nuestras Finanzas
"Padre celestial, entro en Tus cortes con un corazón arrepentido y humilde. Reconozco que Tú eres el dueño de todo, y que mi provisión viene de Ti. Te pido que examines mi vida y me perdones si he fallado en la administración de los recursos que me has dado. Hoy, traigo mis finanzas a Tus manos y pido que juzgues toda obra del enemigo que intenta robar o afectar mi provisión. Declaro Tus promesas sobre mis finanzas, y confío en que suplirás todas mis necesidades conforme a Tus riquezas en gloria. Te pido sabiduría para administrar bien los recursos que me das y te entrego el control total de esta área de mi vida. En el nombre de Jesús, amén."
Reflexión Final
Entrar a las cortes celestiales por nuestras finanzas implica reconocer a Dios como nuestro proveedor, arrepentirnos de cualquier pecado financiero y confiar en Sus promesas. Al buscar Su justicia y sabiduría, permitimos que Su provisión fluya en nuestras vidas y que nuestras finanzas estén alineadas con Su propósito y bendición.