24/02/2024
Naturaleza Integrativa 1: Hablábamos de ritmo
Recientemente me encontré de nuevo con Sergei Doberman Ábrego para recibirlo como invitado en una emisión más de mi podcast “El Encuentro”; durante la grabación premeditadamente llevamos la conversación hacía el tema del ritmo, la alusión resultaba intuitiva para ambos ya que previamente habíamos estado conversando acerca del nuevo taller que Sergio esta impartiendo sobre esa materia y, un objetivo indirecto de la charla era precisamente, hacer promoción al respecto. Un apunte entonces, resultó calve; cuando le pregunté —¿En dónde podemos encontrar la relación con el ritmo en la vida cotidiana? — Su respuesta apareció concreta y sin vacilaciones — En lo social—.
Semanas antes de esa grabación yo conversaba con Mau Linares sobre la serie de insights que había tenido al respecto de las relaciones sociales; a partir de rencontrarme con círculos a los que por un buen tiempo deje de frecuentar, logré darme cuenta de cómo a lo largo de los años había permitido que una idea inconsciente modificara mi percepción de la realidad y me llevara a mantener practicas alienantes que, hoy comprendo, no benefician mi experiencia.
El ritmo —continuamos conceptualizando después de grabar— es una secuencia de pulsos organizada en patrones. Al hablar de música la gente apunta —Tienes que entrar a tiempo— y jamás he conocido a alguien que pueda explicarme en conceptos de qué va ese “tiempo”, los profesores (que he tenido) a la hora explicarlo, por lo regular simplemente lo corporalizan aplaudiendo o chasqueando, me parece hoy que es un cuestión detectable únicamente a través de lo sensorial. De igual manera en lo social — continuábamos develando— uno tiene que identificar mediante el sentir cuándo es el momento de aportar un comentario o efectuar una interacción, si no se “entra a tiempo” la interacción no prospera, como si en una canción se pisara mal una nota.
Sin romantizar, podemos ver lo cotidiano como un baile; un amplio conjunto de piezas en movimiento que encuentran (o no) la manera de interactuar armónicamente.
Hoy distingo dos elemento importantes al momento de llevar a cabo esta interacción, tanto en lo musical como en lo social [Ambas áreas de la vida que continúo descubriendo]; La primera es la receptividad, la capacidad de abrirse y brindar atención al fenómeno que suscita afuera, la segunda es la disposición de aportar. Me pasó una vez que desayunando con un grupo amplio de personas, yo me había propuesto ser sociable, así que escuché con mucha atención a todo lo que se decía en la mesa, procurando empatizar y sensibilizarme con los participantes, sin embargo al terminar Santiago Garcia Vargas se me acercó y me dijo — Ca**ón, no dijiste una sola palabra en todo el desayuno.—
Seguiré jalando ese hilo.
Tagor D'Ju.