30/09/2025
La juventud debe volver a creer en la revolución y el pueblo en su juventud.
Faltaban escasos ocho días para conmemorar aquel fatídico suceso histórico del 2 de octubre de 1968, que algunos le conocen como la “matanza de Tlatelolco”; cuando este 23 de septiembre, más de 2,500 jóvenes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) y una representación del Movimiento Antorchista, fueron reprimidos por granaderos de la Ciudad de México, en una manifestación que buscaba una audiencia con la presidenta de la república, para pedir su intervención por las agresiones que han sufrido estudiantes humildes de los albergues estudiantiles de Oaxaca. No sabemos quién dio la orden, pero sí puedo afirmar que, al igual que al movimiento estudiantil del 68, fue el Estado, ese Estado encabezado por quienes se dicen “de izquierda” y autodenominados “gobierno de la cuarta transformación”.
Este hecho ocurrió en la escalada a nivel nacional de la lucha de los estudiantes, debido a la indiferencia e inacción con que han tratado, tanto la Fiscalía General del Estado como la Secretaría de Gobierno de Oaxaca, a los jóvenes que han acudido a pedir justicia. Como recordarán, el 23 de enero de este año, se dió el primer episodio en contra de los moradores del albergue inconcluso “Villas de Monte Albán”, en donde se les agredió físicamente y se les despojó de sus pertenencias. El segundo hecho se suscitó en el albergue estudiantil “Juan Manuel Celis Ponce”, en el municipio de Miahuatlán de Porfirio Díaz, el 26 de abril, cuando, sin ninguna orden judicial, violentando los derechos de los moradores, la policía de la demarcación, despojó a los estudiantes de su albergue, por órdenes del presidente municipal. Al anunciar manifestaciones en su defensa, los fenerianos fueron agredidos de nueva cuenta en la capital, el pasado 5 de agosto.
Por esta razón, los fenerianos y una comisión de antorchistas, acudimos este 23 de septiembre a Palacio Nacional, para solicitar la intervención de la presidenta de la república, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Contrario a lo esperado, un grupo de granaderos recibieron con golpes y empujones a los muchachos como lo muestran los videos y fotografías que diversos medios recogieron ese día. Aunque la Secretaría de Gobernación Federal se disculpó con la comisión negociadora -gesto que agradecemos-, la realidad fue que reprimieron a los estudiantes y por lo tanto, una vez más, violaron el derecho a la libre manifestación, consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Este episodio nacional marca, al gobierno de la 4T, como un gobierno autoritario e insensible políticamente.
Ahora queda más claro que cuando este gobierno tomó el poder, los sectores marginados no tienen cabida y no van a encontrar solución en morena. La necesidad de los muchachos, está soportado en la realidad y en los datos, no es un capricho originado porque “no tengan cosas que hacer”. Las cifras del informe del INEGI “pobreza multidimensional” del 13 de agosto de este año 2025, detalla que las entidades con los porcentajes más altos de población en situación de pobreza extrema, en 2024, fueron Chiapas, con 27.1%; Guerrero, con 21.3%; Oaxaca, con 16.3%; Veracruz, con 8.8%; y Puebla, con 7.3%.
Ese mismo informe sobre la educación describe que, entre 2022 y 2024, el rezago educativo se redujo en 25 entidades. Pero, seis entidades aumentaron su rezago, de los cuales: Chiapas pasó de 31.1 a 34.0%; Oaxaca, de 29.1 a 30.5%; y Veracruz, de 25.5 a 26.3 por ciento. Esto quiere decir que los niños en edad de estudiar, no lo están haciendo y lejos de disminuir la crisis educativa en estas entidades, se está agudizando. En esos parámetros, y en otros de ese informe, retratan a Oaxaca como uno de los estados más atrasados en desarrollo económico y social del país.
No obstante, lo que pasa con los albergues, no es lo único que ocurre en el estado en contra de la educación, se les ha reprimido a los maestros de los telebachilleratos que piden mejores salarios e infraestructura poder poder trabajar y, además, el día 18 de septiembre de 2025, cuando serían aproximadamente las 2 de la tarde con 10 minutos, a pleno luz del día, personas armadas ingresaron a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) detonando armas de fuego, lo que provocó pánico en la comunidad estudiantil. Ante estos actos violentos, el Consejo Técnico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales determinó suspender las clases, hasta que la Administración Central y las autoridades competentes garanticen la seguridad de la comunidad.
¿Esta realidad y los datos, no le dice nada a las autoridades? ¿Realmente hay una campaña de intimidación y represión contra la educación en Oaxaca? ¿Quién está detrás de estos ataques? Son muchas preguntas que hay que contestar, mientras tanto, el aumento de la pobreza extrema, la falta de salud, de seguridad, de educación, etcétera, confirman que el gobierno de la primavera oaxaqueña, no pretende ni siquiera resolver estos problemas que aquejan a la ciudadanía.
La pobreza extrema y el rezago educativo que enfrentan las comunidades rurales e indígenas y en las colonias populares de la entidad, son las poderosas razones de la existencia de las casas del estudiante. Por eso, si los enemigos de la educación pensaron que a la primera iban a intimidar a los muchachos, ya se dieron cuenta que esos abusos solo están robusteciendo sus ánimos y su decisión de luchar.
Golpeándolos y desalojándolos no resuelve el problema, solo lo agrava, porque no se atacan las causas. La represión en Oaxaca y a nivel nacional solo genera más descontento social. Si queda alguien sensato en los asesores de los gobiernos, les debe decir, que tienen que atender a los jóvenes, no solo deteniendo a los agresores, sino resolviendo de fondo el problema de sus albergues, construyendo nuevos, modernos, con todos los servicios para que puedan estudiar. Sin embargo, por lógico, racional y justiciero que suene esta idea, creo honestamente, que ello no va a ocurrir y no queda más que confiar en la capacidad transformadora de la juventud, en su organización y su preparación para hacer frente con su lucha, a este sistema viejo y caduco.
Lo que estamos mirando ahora, es fruto del diagnóstico equivocado que hizo morena de la realidad del país. Lo que pasa en la educación no está aislado de las demas calamidades asotan a la nación, por eso, Antorcha Revolucionaria respalda a la juventud organizada entendiendo que debemos tener un solo programa, unidos hacia una sola dirección, firmes en la idea que una sociedad mejor es posible, con la condición que el pueblo se organice bajo la forma e idea que diseñó el Marxismo-Leninismo, esta es la solución verdadera. Ya otros pueblos del mundo, como la poderosa China, es un ejemplo de prosperidad, entonces, lo que necesitamos es poner manos a la obra.
-Por: Rolando Reyes Lázaro