10/08/2025
Las madres cuidadoras, esencia invisible del cuidado en México
1. El peso desproporcionado del cuidado recae en mujeres
Según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, en México hay aproximadamente 58.3 millones de personas que requieren cuidados, incluyendo personas con discapacidad, niñas, niños, adolescentes y adultos mayores. El 75 % de quienes brindan estos cuidados son mujeres .
En particular, de quienes cuidan personas con discapacidad, el 30.6 % son madres .
2. Una labor de alta demanda y poca visibilidad
El 64.5 % de las personas cuidadas en México tienen como cuidadora principal a su madre o hija, mientras que solo el 19.9 % recurre a cónyuges o parejas .
En muchos casos la carga es aún mayor por discapacidades que requieren tiempo adicional: el 33.3 % de quienes reciben cuidados tienen necesidades extra, como estimulación física o mental especializada, apoyo de enfermería o supervisión constante .
3. La carga laboral y emocional limita oportunidades
Solo el 56.3 % de las mujeres cuidadoras participa en el mercado laboral, frente al 93.9 % de los hombres cuidadores .
Muchas mujeres desean trabajar, pero no pueden porque no tienen quién cuide a sus familiares a cargo (68.4 % de los casos) .
4. Impulso a políticas públicas para visibilizar el cuidado
Se está promoviendo una reforma constitucional para establecer un Sistema Nacional de Cuidados, que garantice guarderías, escuelas de jornada completa y centros de atención para personas con discapacidad. La diputada Kenia López Rabadán destaca que el 75 % de los cuidadores—24 millones de personas—son mujeres y que dedican más horas semanales que los hombres a esta labor .
Aunque el concepto del Sistema está reconocido en la Ley General de Desarrollo Social desde marzo de 2024, aún no se ha asignado presupuesto efectivo .
5. Cultura de invisibilidad, urgencia de corresponsabilidad
En América Latina, el trabajo de cuidados no remunerado representa hasta el 20 % del PIB regional, mayoritariamente realizado por mujeres. Esto reduce significativamente su participación laboral y genera una “pobreza de tiempo” .
Este modelo demanda un cambio estructural: redistribuir responsabilidades, profesionalizar el cuidado y reconocerlo como un derecho ciudadano.
Las madres cuidadoras constituyen el pilar silencioso del sistema de cuidados en México. Cuidan día y noche, sacrificando oportunidades laborales, salud y bienestar personal. El reconocimiento de su labor, mediante leyes, presupuestos reales y servicios públicos, es esencial para lograr igualdad de género y elevados estándares de justicia social.