
13/09/2025
EMPRESARIOS HUACHICOLEROS EN VERACRUZ
Las recientes órdenes de aprehensión contra dos almirantes, sobrinos del ex secretario de Marina, se convirtió en un escándalo porque se demostró que la Armada no es inmune a la corrupción.
Pero esa sólo es la punta de la pirámide, bajando peldaños se encuentra realmente el grueso de los involucrados en el tráfico de huachicol, actividad ilícita que tanto presumió López Obrador se había erradicado en su sexenio.
No solo son altos funcionarios de Marina encargados de la vigilancia en puntos estratégicos de las aguas territoriales de México, también marinos encargados de las zonas portuarias.
Por supuesto también funcionarios de mandos medios y desde luego de bajo rango.
Pero en este "negocio" también están involucrados empresarios, por un lado gasolineros que compran el huachicol y transportistas, encargados de la logística.
Este caso salpica al estado de Veracruz, y particularmente a la zona centro donde están asentadas una gran cantidad de empresas transportadoras.
En Córdoba existen personajes que amasaron una fortuna inexplicable en los últimos años. En la ciudad cafetera todo mundo los tiene bien identificados, pero los habitantes saben que gozan de protección al más alto nivel.
Estos empresarios también están en el radar de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, de acuerdo con fuentes de alto nivel.
Uno de estos empresarios cordobeses llama la atención de las autoridades por su cercanía con la actual gobernadora de Veracruz Rocío Nahle.
Se trata de José Abella García, transportista cuya fortuna creció de forma desmedida e inexplicable en los últimos 20 años.
Propietario de licencias para bares y cantinas en la ciudad de Córdoba y otros negocios menores, José Abella incursionó en el transporte, y de usar la calle como taller de reparaciones de sus unidades, ahora detenta múltiples residencias, terrenos y ranchos en Córdoba y varias ciudades del país, así como en Estados Unidos.
Luego, del transporte de carga pasó al de pasajeros y ahora también posee una empresa de seguridad privada, otra de grúas de arrastre, un periódico, se convirtió en socio de una estación de radio y en distribuidor de camiones Hyundai, entre otras.
La empresa de transporte pasó de tener unos cuantos tractocamiones a una flotilla de centenares de tráilers y camiones, muchos de los cuales están oxidándose en naves industriales por falta de uso.
No solo eso, José Abella también ha acumulado propiedades inmobiliarias muchas de las cuales están sin uso. La que más llama la atención es un edificio de 10 mil metros cuadrados frente a la terminal de Ferrosur en la ciudad de Córdoba.
Conocido con el nombre de una antigua tabacalera, El Buen Tono es un inmueble artístico que desde que fue adquirido por José Abella permanece abandonado, sin que se le haya dado un solo uso.
Estas compras masivas de vehículos y propiedades mantienen una investigación abierta contra José Abella por lavado de dinero.
Pero el investigado detenta otra propiedad "inexplicable" en un lugar apartado del norte de Veracruz, dentro de los límites del municipio veracruzano de Tampico El Alto.
Se trata de un aeródromo bastante grande, de 900 metros de longitud y 12 metros de ancho, ubicado en Cabo Rojo, una franja de tierra separada del continente por la laguna de Tamiahua.
Durante varios años, señalan documentos oficiales, habría sido utilizado para actividades ilícitas, como punto de embarque y desembarque de productos y sustancias ilícitas.
En este lugar hay una casa de descanso que servía para encubrir, dice el expediente "...actividades ilícitas que fueron detectadas por los servicios de inteligencia del Estado Mexicano".
Al parecer "alguien" habría alertado a Abella García y desde el 2011 dejó de renovar el permiso federal de funcionamiento del aeródromo ante la SCT. Incluso la casa está en venta.
Cabe señalar que el aeródromo está a solo una distancia de 60 kilómetros del puerto de Altamira, Tamaulipas, el mismo en el que se decomisaron los 10 millones de litros de huachicol, en el que están involucrados los dos sobrinos del ex secretario de Marina.
Son tres investigaciones abiertas las que mantienen autoridades federales contra José Abella: delincuencia organizada, lavado de dinero y por delitos materia de hidrocarburos (tráfico de combustibles o huachicol).
Sin embargo, el empresario goza de cabal impunidad, antes y ahora.
En su momento, protegido por el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte, preso en el reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Hoy por la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle, quien a punto estuvo de convertirlo en candidato de Morena a la presidencia municipal de Córdoba, otorga contratos publicitarios con el periódico y negocios que se vienen para un futuro próximo.
Continuará...