24/01/2024
🌮 DOÑA VICENTA, MÁS DE 7 DÉCADAS ALIMENTANDO A CUAUTEPEC
Guajolotes, quesadillas, taquitos y su tradicional pancita son solo algunos de los manjares que puedes probar aquí, en su local del mercado municipal
✍🏻 POR ALEXA SOTO
Desde 1953, doña Vicenta León Ávila vende quesadillas, guajolotes, enchiladas, pancita de res y algunos otros antojitos más, dentro del mercado municipal de de Hinojosa. Asegura que el secreto para mantenerse en pie a los 90 años es tener una dieta a base de Coca-Cola y café.
En este tradicional mercado despacha Doña Vicenta desde las 9 de la mañana y hasta las 5 de la tarde, todos los días, sin que sus 93 años de edad sean obstáculo para seguir atendiendo a sus clientes.
Desde el primer instante que llegamos a este particular hogar de la glotonería, nos recibió y cautivó el olor a masa frita, pues estaban sumergiendo en manteca algunas quesadillas que posteriormente pudimos probar y cautivaron por completo nuestro paladar.
Ahí nos recibió María Teresa Cermeño León, hija menor de doña Vicenta, quien lamentó que su mami no estuviera en el negocio, pues por problemas de salud le fue imposible asistir ese día, pero con mucho orgullo y emoción nos contó la historia del negocio familiar, del que cabe resaltar, ya se hace cargo.
“𝘔𝘪 𝘮𝘢𝘮𝘪 𝘪𝘯𝘪𝘤𝘪ó 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘯𝘦𝘨𝘰𝘤𝘪𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘩𝘪𝘫𝘰𝘴, 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 11 𝘺 𝘦𝘳𝘢 𝘺 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘮á 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘢𝘥𝘰𝘳𝘢, 𝘵𝘶𝘷𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯 𝘱𝘢𝘱á 𝘢𝘭𝘤𝘰𝘩ó𝘭𝘪𝘤𝘰; 𝘮𝘪 𝘱𝘢𝘱á 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘥𝘪𝘤𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘳𝘯𝘦𝘴 𝘺 𝘴𝘦 𝘦𝘤𝘩𝘢𝘣𝘢 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘰𝘯𝘴𝘢𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘰 𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘯𝘥𝘢𝘳 𝘵𝘰𝘮𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤í𝘢 𝘺 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘮á 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘭 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘰”, contó.
Recordó que inicialmente, su mami (doña Vicenta) sólo vendía los fines de semana, cuando el mercado estaba en feas condiciones pues no tenía loseta, estaba en pavimento rústico, pero desde entonces, no dejó el lugar.
“𝘈𝘲𝘶í 𝘧𝘶𝘦 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘺𝘰 𝘢𝘯𝘥𝘢𝘣𝘢 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰, 𝘱𝘰𝘯í𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘩𝘢𝘮𝘢𝘤𝘢 𝘺 𝘢𝘩í 𝘯𝘰𝘴 𝘵𝘦𝘯í𝘢”, contó alegre, desde el fondo del local. Lamento que su mamá no estuviera ese día, pero detalló que aunque aún es muy fuerte y anda de pie por sí sola.
“𝘔𝘪 𝘮𝘢𝘮á 𝘷𝘪𝘦𝘯𝘦, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘩𝘰𝘺 𝘭𝘦 𝘧𝘶𝘦 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘢𝘴𝘪𝘴𝘵𝘪𝘳. 𝘌𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘢, 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘦, 𝘭𝘢 𝘢𝘱𝘢𝘱𝘢𝘤𝘩𝘢, 𝘭𝘢 𝘢𝘣𝘳𝘢𝘻𝘢𝘯 𝘺 𝘭𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢𝘯 𝘤ó𝘮𝘰 𝘭𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘳𝘷𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘵𝘢𝘯 𝘣𝘪𝘦𝘯, 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘭𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘺 𝘵𝘰𝘮𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘤𝘢 𝘺 𝘤𝘢𝘧é 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦𝘯𝘨𝘢𝘯 𝘢𝘴í”.
Actualmente, la señora Mary, hija menor de doña Vicenta, es quien se encarga del negocio, pues aunque su mamá es fuerte como un roble, el paso del tiempo le ha dejado algunas limitaciones, por lo que actualmente únicamente se encarga de recibir a los clientes, ofrecerles dónde sentarse y pasarles sus refrescos.
Al día, son un aproximado de 800 personas las que comen aquí, cifra que se triplica en fines de semana. Y cómo resistirse si ofrecen quesadillas, guajolotes, morelianas, taquitos dorados y su tradicional platillo: la exquisita y siempre cumplidora 𝐩𝐚𝐧𝐜𝐢𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐬.
La señora Mary dijo sentirse orgullosa de haber sido criada por una mujer como su mamá, quien a pesar de todas las limitaciones que tenía, emprendió un negocio propio que les dio de comer a ellos y también a varias generaciones de pobladores de Cuautepec, generaciones que han formado parte de la historia de este local desde hace 70 años.
“𝘾𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙮 𝙙𝙚𝙙𝙞𝙘𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙘𝙡𝙖𝙫𝙚 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧 𝙫𝙚𝙣𝙙𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙝𝙖𝙘𝙚 70 𝙖ñ𝙤𝙨. 𝙀𝙡 𝙙í𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙞 𝙢𝙖𝙢á 𝙮𝙖 𝙣𝙤 𝙚𝙨𝙩é, 𝙮𝙤 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧é 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤”, concluyó.
📸: Lalo Islas