07/08/2025
Santo Domingo de Guzmán: fe, historia y tradición que se mantiene en los pueblos de Chiapas
Primer Plano Magazine/Noé Juan Farrera Garzón. – La celebración de Santo Domingo de Guzmán en Chiapas es una de las manifestaciones religiosas y culturales más representativas del estado, en la que confluyen historia, arquitectura, fe y tradición popular. Esta festividad, que se extiende por varios municipios, es una muestra viva del legado que la Orden de los Predicadores dejó en la región desde la época virreinal.
Santo Domingo de Guzmán, canonizado en 1234 y fundador de los dominicos, jugó un papel clave en la evangelización del continente americano. En Chiapas, su huella se puede ver tanto en los templos coloniales como en la vida espiritual de muchas comunidades que, año con año, se organizan para rendirle homenaje.
El Templo de Santo Domingo en Comitán de Domínguez, construido entre los siglos XVI y XVII, es uno de los recintos más antiguos y emblemáticos dedicados al santo. A su lado se encuentra el exconvento dominico, símbolo del pasado evangelizador que marcó profundamente a esta ciudad. San Cristóbal de las Casas, por su parte, cuenta con uno de los templos más majestuosos: un ícono del barroco novohispano cuya fachada es considerada una de las más hermosas del estado. En Tuxtla Gutiérrez también se honra al santo con actividades del 1 al 10 de agosto, reforzando el papel de la capital chiapaneca en la conservación de esta tradición.
Cada municipio vive la festividad de manera particular, pero todos coinciden en la intensidad de su fervor y en el esplendor de sus manifestaciones. En Palenque, la celebración se lleva a cabo del 1 al 6 de agosto e incluye procesiones, ferias ganaderas, gastronomía típica y espectáculos musicales. En Comitán de Domínguez, del 27 de julio al 4 de agosto, se ofrecen danzas tradicionales, serenatas, venta de artesanías y actividades religiosas que convocan a cientos de personas.
Tuxtla Gutiérrez combina actos litúrgicos con expresiones culturales que refuerzan la identidad local, mientras que en Escuintla destaca la representación de moros y cristianos el 4 de agosto.
En Chiapa de Corzo, el ex convento de Santo Domingo se erige como uno de los testimonios más antiguos de la evangelización dominica en Chiapas. Construido en el siglo XVI, este conjunto arquitectónico combina la sobriedad del estilo renacentista con elementos mudéjares y destaca por su amplio atrio, sus muros de ladrillo y la imponente torre campanario.
Hoy, aunque el ex convento ya no funciona como templo religioso, el espacio conserva un aura de solemnidad y sirve como sede de actividades culturales y comunitarias. Su presencia refuerza el profundo legado de la orden dominica en el estado, enlazando historia, espiritualidad y patrimonio con las festividades que, en distintas regiones de Chiapas, mantienen vivo el culto a Santo Domingo de Guzmán.
Más allá del fervor religioso, estas fiestas representan un encuentro profundo con las raíces indígenas y mestizas de Chiapas. Son también espacios de transmisión cultural intergeneracional, donde la música, la danza, la alfarería, la cocina tradicional y el arte sacro conviven en un ambiente festivo.
La celebración de Santo Domingo de Guzmán no solo preserva la memoria histórica, sino que también reafirma el sentido de pertenencia de las comunidades. Visitar Chiapas durante estas fechas es una oportunidad única para sumergirse en una experiencia que combina lo espiritual, lo artístico y lo humano, enmarcado en escenarios coloniales y naturales de gran belleza.