24/09/2025
Narcomenudeo se infiltra en la policía municipal y Jacobo calla ante escándalo
Piedras Negras.– El escándalo estalló este fin de semana luego de que la Fiscalía General del Estado ejecutara cateos en distintos puntos de la ciudad y detuviera a dos mujeres relacionadas con la operación de narcotienditas. El hecho habría pasado como uno más de los operativos contra narcomenudeo, de no ser porque las involucradas resultaron ser policías municipales en activo bajo el mando directo del director de Seguridad Pública, Cruz Eliud Mercado.
Se trata de Lesly Lorely de León Castro, oficial de la corporación, y su hermana Laura Lorena de León Castro, cadete en formación, quienes ya se encuentran internadas en el Cereso y vinculadas a proceso. Ambas trabajaban dentro de la misma corporación que presume día con día “avances” en seguridad, mientras sus elementos resultaban parte del problema.
Lo que más genera indignación es el silencio absoluto del alcalde Carlos Jacobo Rodríguez, quien suele aparecer para presumir hasta las acciones más triviales de su gobierno, pero que en este caso ha preferido el mutis. Ni una palabra sobre el hecho de que dos de sus policías estaban detrás de la venta de dr**as. Ni un señalamiento en la acostumbrada conferencia de su director de Seguridad Pública, conocido como “El Fresas”, quien se limitó a su guion de cifras irrelevantes sin explicar cómo sus subordinadas operaban tienditas de narcomenudeo.
La contradicción es evidente: por más inversión que Jacobo Rodríguez intente anunciar en materia de seguridad, los resultados demuestran que la estrategia es endeble. La infiltración del crimen en la propia corporación refleja que no se trata de recursos ni de discursos, sino de una falta real de control, depuración y compromiso con la ciudadanía.
El silencio del alcalde frente a un caso tan grave no solo exhibe la falta de liderazgo, también confirma que en Piedras Negras la seguridad sigue siendo el talón de Aquiles de su administración. Más que mañaneras llenas de datos sin relevancia, lo que se necesita es una reestructuración profunda y cambios radicales dentro de la corporación municipal. Las investigaciones en curso anticipan nuevos cateos y más implicados, donde incluso el propio director de Seguridad Pública podría estar bajo la lupa.