11/11/2025
Unas lineas del capitulo V.
Delixe te
La Iglesia, en cuanto Cuerpo de Cristo, siente como su propia carne la vida de los pobres, que son parte privilegiada del pueblo que va en camino.
EL CRISTIANO NO PUEDE CONSIDERAR A LOS POBRES COMO UN Problema SOCIAL; ESTOS SON UNA CUESTION FAMILIAR, SON DE LOS NUESTROS.
NOS HEMOS ACOSTUMBRADO A MIRAR PARA EL COSTADO, A PASAR DE LADO, a ignorar las situaciones hasta que estas nos golpean directamente.
Los pobres en el silencio de su misma condición, nos colocan frente a la realidad de nuestra debilidad. El anciano, por ejemplo, con la debilidad de su cuerpo, nos recuerda nuestra vulnerabilidad., aun cuando buscamos esconderla detrás del bienestar o de la apariencia.
En esencia ellos revelan nuestra fragilidad y el vacío de una vida aparentemente protegida y segura.
La realidad es que los pobres para los cristianos no son una categoría sociológica, sino la misma carne de Cristo.
El corazón de la iglesia por su misma naturaleza, es solidario con aquellos que son pobres, excluidos y marginados, con aquellos que son considerados un descarte de la sociedad.
Estamos hablando solo de la asistencia y del necesario compromiso por la justicia. Los creyentes deben darse cuenta de otra forma de incoherencia respecto a los pobres. En verdad, la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual.
Hay que alimentar el amor y lass convicciones mas profundas y eso se hace con gestos...
No sera la solución de la pobreza mundial, que hay que buscar con inteligencia y tenacidad y compromiso social. Pero necesitamos practicar la limosna para tocar la carne sufriente de los pobres.
El amor es ante todo un modo de concebir la vida, un modo d vivirla. Pues bien, una iglesia que no pone limites al amor, que no conoce enemigos a los que combatir, sino solo hombres y mujeres a los que amar, , es la iglesia que el mundo necesita hoy. Asi sentirá aquel pobre que las palabras de Jesús son para el (Ap3,9).