
08/08/2025
“Su ADN no sirve porque es mujer”: la violencia institucional que enfrenta una madre en Querétaro
Mónica Ponzanelli no sólo busca a su hijo Ramón, desaparecido desde el 12 de mayo en Querétaro; también enfrenta un sistema judicial plagado de machismo, negligencia e indiferencia. Cuando ofreció su muestra de ADN en la fiscalía, el fiscal Juan Manuel García Jasso le respondió que “no servía” por ser mujer. Pese a ser abogada penalista, Mónica ha tenido que rogar por procedimientos básicos y documentar errores absurdos: muestras contaminadas, nombres mal escritos, hisopos improvisados en sobres de manila. Un sistema que le exige paciencia mientras le niega justicia.
A la falta de profesionalismo se suma la deshumanización. En una cita programada con el fiscal, Mónica viajó desde la CDMX a Querétaro solo para encontrar una oficina vacía y una vigilante que no tenía idea de su caso. El tiempo sigue pasando. Ramón, de 32 años, no dejó rastro tras salir de su trabajo en un hotel.
No llevaba celular, lo que bastó para que las autoridades descartaran su búsqueda inmediata. Las cámaras del C4 “no funcionaban” y el fiscal inicial abandonó el caso sin haber realizado ni una solicitud al Semefo o a hospitales.
A más de dos meses, Mónica y su expareja siguen buscando sin ayuda efectiva del Estado.
La única pista que los acompaña es una amenaza que Ramón recibió del padre de una exnovia. Nada indica que esté siendo investigada. La historia de Mónica no es un caso aislado: es el reflejo de una justicia inerte que convierte el dolor en rutina, y a las víctimas, en archivadores sin respuesta.