10/08/2025
TUXPAN: LA NUEVA “VIGILANTE” DE LA LEY BAJO SOSPECHA — ENTRE DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN Y PROTECCIÓN POLÍTICA
Tuxpan, Ver. — El nombramiento de la perito certificada Gabriela Gálvez Hernández como nueva titular de la Unidad de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal ha sido presentado por el gobierno local como un avance en “transparencia” y “rendición de cuentas”. Sin embargo, detrás del discurso oficial se asoma un historial que expone un conflicto de interés alarmante y la posibilidad de que la institución destinada a investigar abusos esté encabezada por quien ha sido señalada precisamente por cometerlos.
Versiones difundidas por colectivos de resistencia civil —Resistencia Civil Pacífica Xochimilco-Nacional, Resistencia Civil Tuxpan, Resistencia Libertaria, entre otros— aseguran que, cuando era agente de tránsito municipal y posteriormente policía vial, Gálvez Hernández habría participado en prácticas de corrupción graves: cobro de supuestas “moches” de hasta 5 mil pesos, intimidación a automovilistas y motociclistas, bloqueos intempestivos de paso, persecuciones y hostigamiento en el tramo del libramiento Adolfo López Mateos, a la altura de un motel de la zona.
De acuerdo con estos reportes ciudadanos, las acciones eran ejecutadas con prepotencia y con un modus operandi claro: frenar, intimidar y cobrar, sin que mediara procedimiento legal alguno. Las denuncias también alertan que testigos y víctimas fueron instadas a grabar en video sus actuaciones para documentar la conducta, lo que refuerza la gravedad de los señalamientos.
A la polémica se suma la acusación de que la nueva funcionaria habría cobrado a conductores por ingresar al municipio, presuntamente bajo la protección directa del área jurídica de la administración que encabeza H. Andrade, con quien —según versiones extraoficiales— mantendría una presunta relación. Se trata de un caso clásico de encubrimiento institucional y tráfico de influencias.
Resulta paradójico, por decir lo menos, que quien ahora tendrá poder absoluto para investigar a policías, agentes de tránsito y personal de Protección Civil, cargue con un historial que debería ser objeto de investigación exhaustiva antes de ser premiada con un cargo de control interno.
El gobierno municipal presume que con este nombramiento “se fortalece la cultura de la denuncia” y que las líneas para reportar abusos estarán abiertas las 24 horas, los 365 días del año. No obstante, en las calles de Tuxpan y en las redes de resistencia civil se respira escepticismo: ¿quién se atreverá a denunciar si la responsable de recibir y procesar las quejas ha sido, presuntamente, parte del mismo problema que se supone debe erradicar?
La pregunta es inevitable: ¿Es este un paso hacia la transparencia o la consolidación de un sistema donde el vigilante es, en realidad, el lobo que cuida el rebaño?
Redacción Reportaje Veracruzano