03/12/2025
El de en Crisis de Atención.
A las puertas de las unidades médicas del ISSSTE en la jornada de dolor y frustración ya lleva horas. La escena es la misma de siempre: una serpiente humana de derechohabientes, muchos de ellos adultos mayores con bastones, otros con semblantes de enfermedad, de pie e inermes. No están haciendo fila por un boleto de concierto;ni por gusto, estámos mendigando una cita médica, un derecho que se ha ganado con años de cotizaciones.
Esta fila no es solo un inconveniente logístico; es un monumento a la ineficacia y a la falta de respeto por la dignidad de los trabajadores y jubilados veracruzanos. La promesa de un servicio de salud de calidad se desvanece ante esta cruel realidad tangible. Señores directivos del , ¿hasta cuándo la salud de los Pozarrisences seguirá esperando y esperando en interminables filas?
La Crueldad de la Logística
El primer y más cruel argumento de esta crisis es la inhumanidad del proceso. El sistema nos obliga a creer que la única forma de acceder a una consulta, incluso para renovación de recetas o trámites menores, es haciendo guardia desde la madrugada. Pacientes con diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas son forzados a desafiar el frío o el sol, exponiendo aún más su salud, solo para llegar a una ventanilla y escuchar, muchas veces, que "ya no hay fichas" o que "la agenda de especialistas está cerrada".
Esto no es un problema de falta de personal por sí solo, sino de mala gestión logística. Se han publicitado programas como "Cero Filas" y aplicaciones móviles, pero en la práctica, estos son paliativos que no atacan la raíz del problema, La modernidad digital no sirve de nada si la burocracia en ventanilla sigue siendo un cuello de botella infranqueable, un muro que separa al derechohabiente de la atención que merece.
La imagen de un jubilado temblando en la fila no es solo una anécdota, es la evidencia de que el sistema de salud en Poza Rica está fallando en lo más básico: la empatía y la planificación.
El Precio de la Espera Agrava la Enfermedad
La fila es solo el inicio de un problema mucho más grave: el cuello de botella en la atención de segundo nivel. Si la suerte sonríe y el paciente consigue una ficha para su consulta general, el siguiente calvario es la referencia al especialista: el cardiólogo, , el endocrinólogo o el neurólogo.
En el ISSSTE de Poza Rica conseguir una cita con un especialista puede tomar semanas, incluso meses,o años periodos en los que una patología que podría ser controlada a tiempo avanza sin piedad.
¿Qué mensaje envía el sistema cuando un paciente con síntomas de alarma debe esperar cien días para ver al médico indicado? Envía un mensaje de abandono. El ahorro que genera la institución por diferir una consulta, se paga con el deterioro físico y emocional del derechohabiente.
La tardanza en el diagnóstico y tratamiento oportuno no solo incrementa el sufrimiento individual, sino que, paradójicamente, genera costos de salud mucho más altos para el propio cuando ese paciente inevitablemente requiere una intervención de urgencia o una hospitalización por una crisis evitable. La salud no da tregua, y en Poza Rica, la burocracia del ISSSTE se está convirtiendo en un factor de riesgo mortal,al mando del Dr.
Exigencia de Dignidad
El tiempo de las excusas se ha terminado. No basta con mencionar programas digitales que no se implementan correctamente o culpar a la alta demanda. La Dirección del ISSSTE, tanto a nivel local en Poza Rica, como en la Delegación Estatal, debe salir de sus escritorios y enfrentar la realidad que padecen sus afiliados a las 6:00 AM.
Exigimos una reingeniería logística inmediata. Esto implica la contratación de más personal de ventanilla, el rediseño efectivo del sistema de citas electrónicas para especialistas (garantizando que la oferta de consultas iguale la demanda real) y, sobre todo, la instalación de áreas de espera dignas,que arreglen el clima y pongan la puerta de los baños.
Los derechohabientes del ISSSTE Poza Rica no son una estadística ni una molestia; son ciudadanos que han contribuido con su trabajo a este sistema y merecen ser tratados con respeto y celeridad. La salud de los Veracruzanos es un derecho, no una fila de la vergüenza. Es hora de actuar, no de prometer, atento llamado a