05/05/2024
¡FUERA MASCARAS DICE MORENA..
¡¡Que AntiChapulines ni que nada!!!
Contrario a lo que nos han querido vender, el grupo de choque que el pasado domingo intentó generar un zafarrancho afuera del IEPAC, francamente nos recuerda a aquel fatídico 4 de julio de 2011 y el paso deprimido, y el riesgo de que estos conflictos sigan escalando real y muy latente.
Me creería si le digo que la razón es muy simple y mundana: A un grupo de priistas y panistas se les está yendo de las manos el poder, ya que al igual que con Huacho, Rommel Pacheco, candidato de Morena a la alcaldía de Mérida, parece perfilarse hacia un rotundo triunfo electoral, lo que los dejaría sin los beneficios políticos y económicos que por años han obtenido de la Muy Noble y Muy Leal.
En conferencia de prensa, los morenistas balconearon a quienes están detrás del grupo de choque: el empresario y diputado local Rafael E (Echazarreta), junto con el presidente estatal del PRI, Gaspar Q (Quintal Parra).
También señalaron a la mismísima candidata a la alcaldía de Mérida, Cecilia Patrón Laviada. En su caso mostraron fotografías donde se observa que los provocadores -infiltrados, portan debajo de la camiseta de la candidata la del movimiento AntiChapulines.
Los morenistas enseñaron fotografías, dieron nombres y cargos, hablaron de los pasajes turbios de algunos de los subalternos, como Hugo “R” (Ramírez), quien es militante del PAN, y ha servido a la familia Patrón Laviada desde la época de Patricio Patrón, para este tipo de provocaciones.
Dijeron que este tipo, al que en las fotografías se ve en pleno zafarrancho, cuenta con una plaza en el Hospital de Alta Especialidad, obviamente conseguida por la influencia de la familia para la que trabaja.
La confrontación del pasado domingo 28 de abril, más parecida a un pleito de vecindad que a un asunto político, evidencio una estrategia tipo paso deprimido, aunque esta vez, en lugar de que se subieran al Ring priistas contra panistas, se juntaron para echarle montón a los de Morena y con su sello personal que todos conocemos, generar la percepción de que trata de un conflicto interno de Morena, nada más lejano a la verdad.
En fin, en resumidas cuentas, entendamos que este episodio, alarmantemente real, es una más, tal vez la más fuerte hasta ahora, de las sucias acciones contra el tren de Morena, que en Mérida lleva el nombre de Rommel y el apellido Pacheco.