05/08/2025
"Política de Paraliza Sectores Clave".
Despidos masivos, granjas paralizadas y obras detenidas son algunas de
las secuelas que empieza a dejar la política antiinmigrante del
presidente Donald Trump, cuyas redadas y amenazas federales están
vaciando sectores clave como la agricultura, la construcción, el
turismo y la industria alimentaria, según denuncian empresarios y
activistas.
Los expertos advierten además de que se está aprovechando el miedo
para despedir sin compensación a trabajadores con décadas de
experiencia y que estas políticas podrían frenar el crecimiento
económico del país.
Esta crisis laboral se siente en las granjas, tambos lecheros, plantas
empacadoras de carne y en general en las industrias de alimentos,
construcción y turismo.
“Para mí está claro que quienes están empujando estas redadas en
campos y tambos no tienen idea de cómo opera una granja”, dijo a EFE
Matt Teagarden, director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de
Kansas.
El miedo hace que incluso trabajadores con permisos de estadía y
empleo se escondan porque tienen familiares indocumentados,
coincidieron los empresarios.
Jim Tobin, presidente de la Asociación Nacional de Constructores de
Viviendas, advirtió que empresas de construcción en todo el país
reportan ausencias de sus equipos, lo que retrasa obras y eleva
costos.
Aunque el Gobierno Trump afirma que va solo por los indocumentados,
que son el 4 por ciento de la fuerza laboral estadounidense, sus
medidas apuntan a inmigrantes legales como estudiantes con visas,
refugiados, y beneficiarios de permisos de trabajo temporales y otras
protecciones.
“Tenemos una opción aquí: o usamos trabajadores importados o
importamos los alimentos. Necesitamos una reforma (migratoria)
significativa para resolver los problemas con nuestra fuerza laboral”,
reclamó Teagarden.
“Es una situación terrible, se aprovechan del miedo a Trump para
despedir a padres y madres que tienen más de 20 años de antigüedad y
experiencia en las plantas”, dijo a EFE el activista Cristóbal
Cavazos, del Immigrant Solidarity y Centro de Trabajadores Casa
DuPage.
En su opinión, los ataques del gobierno a trabajadores que fueron
considerados esenciales durante la pandemia de la Covid-19, “muestra
lo que está mal en el país”, es una “verdadera arma de destrucción
masiva”, afirmó.
La incertidumbre también contribuye a una “desaceleración económica”,
dijo Stuart Anderson, del centro National Foundation for American
Policy. “Si se quiere tener una economía en crecimiento, se necesita
una fuerza laboral en crecimiento”, afirmó.
Un estudio reciente del Banco de la Reserva Federal de Dallas advirtió
de que estas restricciones migratorias reducirán el crecimiento
económico de EU en casi un punto porcentual este año.
Los economistas esperan que el crecimiento se enfríe a un ritmo del
1.5 por ciento en 2025, frente a casi el 3 por ciento registrado en
cada uno de los dos años anteriores.
En 2022, casi el 14 por ciento de los empleados en la construcción
eran indocumentadas, frente al 15 por ciento en el sector agrícola y
el 7.6 por ciento en el hotelero, según el American Immigration
Council.
“Si ellos no se presentan a trabajar, la producción de esas industrias
cae significativamente y vemos daños reales en esos sectores
industriales”, dijo Robert Bruno, profesor y director del programa de
educación laboral de la Universidad de Illinois.
“Se pierde mucho ingreso, mucho PIB, y hay efectos en cadena por la
ausencia de estos trabajadores en sus puestos”, agregó.
Una escasez similar en la década de 1940 en Estados Unidos llevó al
Programa Bracero, un acuerdo entre México y EU que permitió a millones
de mexicanos trabajar legalmente mediante contratos laborales
temporales.
Los recortes laborales de inmigrantes experimentados -legales e
indocumentados- en grandes corporaciones como Disney, Walmart, Amazon
y Nestlé por presión de las autoridades federales, también comienzan a
impactar la economía, mientras las empresas enfrentan crecientes
dificultades para encontrar reemplazos.
Disney comenzó en mayo a despedir a empleados con estatus legal
temporal, y le siguieron Walmart y Amazon.
En Illinois, suburbios como Bensenville, Elgin y Schambourg, cerca de
Chicago, son habitados por personas sin estatus legal, que siempre
fueron contratadas por grandes empresas como Nestlé sin temor a la
aplicación de las leyes laborales federales.
Sin embargo, la multinacional suiza despidió recientemente a más de
600 empleados bajo órdenes federales de deshacerse de aquellos
indocumentados, lo que dejó en la calle, y sin ninguna compensación, a
gente que durante muchos años tuvo trabajo estable.