23/05/2025
“El tablero se mueve: las piezas empiezan a jugar”
En el arte del ajedrez, las primeras jugadas definen la postura, pero son los movimientos intermedios los que anuncian el jaque. En Puerto Vallarta, el tablero político ha comenzado a girar… y no todos los jugadores permanecen donde empezaron.
Con una estrategia que parece haber sido tejida con paciencia, Juan Calderón y Gabriel Padilla han comenzado a mover sus piezas. No con estridencia, sino con cálculo. No con alarde, sino con convicción. Y lo que parecía ser solo el inicio de una nueva dupla política, empieza a mostrar su verdadero potencial: una fuerza capaz de reorganizar todo el juego.
El primer movimiento se sintió como un alfil deslizándose al centro: Álvaro Botello, ex director del COMUDE bajo la administración morenista, se suma al equipo. Figura activa, con experiencia administrativa y cercanía al deporte y la juventud, su incorporación fue una jugada sólida, sin escándalos… pero con consecuencias.
Luego, se movió el caballo: Pastor Juan Barrera, presidente de la Alianza de Pastores de la Costa, hizo sentir su presencia. Él no llega solo: representa cientos de voces, comunidades de fe, barrios completos que respetan su palabra. Su llegada refuerza una estrategia que trasciende los partidos: ganar la confianza de la gente, pieza por pieza.
Pero la jugada más fuerte, el movimiento que empieza a inclinar el tablero, fue la llegada del médico veterinario Daniel Ibarra, ex candidato a regidor por Morena. No es cualquier ficha: es una torre con historia, con presencia, y con la autoridad suficiente para que muchos otros empiecen a mirar hacia el mismo lado. Su integración no es casualidad… es mensaje.
Porque cuando las torres se mueven, es que el castillo ya cambió de dueño.
El equipo de Juan y Gabriel no está improvisando. Está armando algo más grande. Mientras otros aún debaten sobre su próxima jugada, ellos están atrayendo piezas clave que alguna vez jugaron en la otra orilla. Y lo hacen sin gritar jaque... pero dejando claro que el jaque mate se cocina paso a paso.
Así se está moviendo el juego en Vallarta. Y cada nueva incorporación no solo fortalece un proyecto: reconfigura todo el tablero.
Porque en este ajedrez político, las reglas ya no son las mismas. Y el reloj ya está corriendo.