Cassandra Bonnefoy Casos

Cassandra Bonnefoy Casos Casos de misterio, policiacos, crímenes sin resolver y paranormal.

EL ESPELUZNANTE «CASO REAL QUE INSPIRÓ EL EXORCISTA» Corría 1949 y The Washington Post recogió la historia de un chico d...
02/05/2025

EL ESPELUZNANTE «CASO REAL QUE INSPIRÓ EL EXORCISTA»

Corría 1949 y The Washington Post recogió la historia de un chico de 14 años, al que el escritor que investigó el caso, Thomas B.
Allen, puso el nombre ficticio de Robert Mannheim para proteger su intimidad (previamente había sido conocido como Roland Doe) y cuya identidad saldría a la luz tras su muerte, Ronald Edwin Hunkeler, quien se convertiría nada menos que en ingeniero en el Centro de Vuelo Goddard de la NASA, oriundo de Mount Rainier, Maryland (EEUU), cuyos padres tuvieron que consultar a un sacerdote católico al creer que el chico estaba poseído por manifestaciones demoníacas. Todo comenzó el 10 de enero de 1949, cuando la familia Mannheim comenzó a escuchar extraños ruidos como de arañazos en la pared de su domicilio, ubicado en el 3210 de Bunker Hill Road, aunque tras revisar concienzudamente toda la casa no encontraron el origen.
Poco después, el 26 de enero, una tía de Robbie, que el relato bautizó como «tía Tillie» o «tía Harriet», a la que este estaba muy unido, murió repentinamente, lo que afecto profundamente al chico. Al parecer, esta mujer decía ser médium, y había pasado mucho tiempo con su sobrino enseñándole a usar la tabla ouija para comunicarse con los espíritus (con los años, el periodista Mark Opsasnick creyó descubrir la verdadera identidad de esta: Mathilda Hendricks).
Tras su muerte, Robbie seguiría usando la ouija –según decía, para contactar con su tía y otros espíritus– y las perturbaciones en el hogar familiar aumentaron significativamente: mesas que se daban la vuelta, sillas que salían despedidas de un lado a otro, vasos que volaban, un cuadro de Cristo que se agitaba… Por las noches, el adolescente sentía arañazos en su cama y sufría frecuentes pesadillas.
Como le pasa a Regan en la cinta, le cambió el carácter, y pasó de ser dulce a nervioso y malhumorado. Al parecer, los padres no lo llevaron en un primer momento a los médicos, como sucede en la película, donde la protagonista es sometida a una batería de estudios médicos antes de recurrir al auxilio espiritual, sino que el 17 de febrero de 1949 acudieron en un primer momento a ver a su pastor luterano, el reverendo Luther Miles Schulze, quien, interesado también en la parapsicología, creía que podía tratarse de un poltergeist que estaba atemorizando a la familia. Dijo que Robbie se quedara un par de días en su casa para hacerle un seguimiento y pudo ver cómo se agitaba la cama donde descansaba el muchacho. Entonces aconsejó a los Mannheim que llevasen a su hijo a la Clínica de Higiene Mental de la Universidad de Maryland, donde le hicieron unas pruebas que no revelaron nada anormal.
Fue entonces cuando Schulze les recomendó ver a un sacerdote católico, que según él «saben más de estas cosas». Visitaron al padre Albert Hughes, de la Iglesia de St. James en Mount Rainier. Cuenta el desaparecido periodista Miguel Ángel Prieto en el documentado y muy ameno libro ¡Malditas Películas! (T&B Editores, 2005), que mientras entrevistaba a Robbie, «Hughes vio cómo el teléfono y otros objetos de su oficina se movían solos. La temperatura en la habitación cayó repentinamente. Robbie también lanzó varias blasfemias y obscenidades con una extraña voz diabólica. El padre Hughes quedó convencido de que el muchacho estaba poseído».
Entre el 27 de febrero y el 4 de marzo, el padre Hughes sometió al chico a un exorcismo en el Hospital Jesuita de Georgetown.
Durante el mismo, Robbie se puso muy violento, insultando y escupiendo vómitos al sacerdote, como se inmortalizó en la película de Friedkin (imaginamos que no tan verdes como los expulsados por Reagan, en realidad, puré de guisantes con «tropezones» pasado por el filtro de los efectos especiales). El chico fue atado a la cama pero logró soltarse y arrancó un muelle de la misma con el que hirió al sacerdote, rajándole el brazo izquierdo desde el hombro hasta la muñeca, fea herida en la que tuvieron que darle más de 100 puntos de sutura.
Luego, Robbie consiguió calmarse y afirmó no recordar lo sucedido. Entonces estimaron que debía regresar a casa; los fenómenos, sin embargo, no tardaron en reanudarse en el 3210 de Bunker Hill Road: una noche, mientras el chico se ponía el pijama, la palabra «Louis» apareció en su pecho.
Cuando su madre preguntó si aquello significaba «St. Louis», apareció un «sí» en su cuerpo, algo que cuesta creer incluso al más piadoso (pero eso recogía el relato de The Washington Post).
Así, pensaron que la «entidad» (o las entidades, en plural) se refería a la casa de St. Louis donde había vivido y mu**to la tía Harriet y en la que permanecía un primo suyo.
Decidieron mudarse allí y fi nalmente los fenómenos extraños se reanudaron. El pariente, del que desconocemos el nombre y que estudiaba por aquel entonces en la Universidad de St. Louis, le contó la delicada situación a uno de sus profesores, el jesuita Raymond Bishop que, preocupado, contactó con un colega, el padre jesuita William S. Bowdern, pastor de la iglesia de S. Francisco Javier. Ambos religiosos se reunieron con Robbie el 9 de marzo. Entonces pudieron ver las marcas ensangrentadas en su pecho, escucharon efectivamente arañazos, vieron una librería moverse y agitarse nuevamente la cama cuando el chico estaba tumbado sobre ella. Mientras barajaban la posibilidad de que se encontrasen ante una posesión diabólica, realizando los trámites pertinentes que exige la Iglesia, Miguel Ángel Prieto cuenta que la familia de Robbie realizó sesiones de espiritismo, y llegaron a la delirante conclusión de que la tía Harriet ¡había poseído el cuerpo del sobrino en un intento de guiar al padre del chico hasta el dinero escondido que pertenecía a la hija de la difunta!
En efecto, tras descartar la enfermedad mental y obtener las pertinentes autorizaciones, los padres Bowdern y Bishop realizaron un exorcismo a Robbie en el domicilio de St. Louis. «Durante la ceremonia el muchacho escu-pió a la cara de los sacerdotes, mientras grandes verdugones y cicatrices aparecían en su cuerpo, formando las palabras ‘Infierno’ e ‘Ir’, y una imagen del Diablo en la que, según Bishop, ‘los brazos estaban levantados sobre su cabeza y parecían tener una membrana, dando la horrorosa apariencia de un murciélago’», en palabras del autor citado.
Además, rozando lo rocambolesco, en posteriores exorcismos Robbie fingió masturbarse y orinó copiosamente mientras gritaba que su pene estaba ardiendo. Sin embargo, nunca tuvieron lugar algunas cosas que aparecen en la película: Regan realizando actos obscenos con un crucifijo o la celebérrima rotación de 360 grados de su cabeza (es de imaginar), que al guionista, William Peter Blatty, autor de la novela original y del que enseguida nos ocuparemos, le parecía ridícula y que sería uno de los muchos puntos de fricción que este tendría con el director que, además, conquistaría durante el rodaje a la novia del escritor. Por supuesto, muchas cosas son diferentes al supuesto caso real porque Blatty, escudándose en la máxima de «basada en hechos reales», se tomó no pocas licencias a la hora de dramatizar los hechos.
El estado del muchacho no mejoraba a pesar de las sesiones exorcísticas, pero decidieron trasladarlo nuevamente a Mount Rainier, donde tendrían lugar nuevos exorcismos, durante los cuales sobre su piel aparecieron las palabras «Infierno» y «Escupe», mientras insultaba a los sacerdotes con voz gutural.
Según recordaba Bishop, «Había palabras y movimientos ofensivos sobre masturbaciones y relaciones sexuales entre sacerdotes y monjas».
Intentaron ingresar a Robbie en una institución mental de Baltimore, pero al no conseguirlo, el padre Bowdern regresó con él a Saint Louis y lo ingresó en el pabellón mental del Hospital de Salesianos de la localidad.
Siguieron sucediendo fenómenos inexplicables durante nuevos exorcismos, en medio de un aire gélido, un insoportable hedor y una grotesca distorsión de los rasgos del muchacho mientras hablaba a través de él «la voz del Diablo».
Finalmente, y tras obtener el consentimiento paterno, Robbie fue bautizado en el catolicismo.
Cuando el padre Bowdern intentó darle la Primera Comunión, el chico escupió cinco veces la Sagrada Hostia; después de que el sacerdote recitase el Rosario, el joven recibió la Sagrada Eucaristía.
El 18 de abril, tras nada menos que 13 exorcismos, Robbie se puso en pie de un salto y, según la increíble crónica de los hechos, anunció: «¡Satán! ¡Satán! Soy San Miguel, y te ordeno, Satán, y a los otros espíritus malvados, que abandonéis este cuerpo en el nombre de Dominus. ¡De inmediato! ¡Ahora!». Tras esto, el muchacho sufrió una serie de violentos espasmos y, como por arte de magia (o intercesión divina en este caso), dejó de comportarse de la forma en que lo había hecho hasta entonces y sus trastornos cesaron. Simplemente miró al padre Bowdern y dijo: «¡Se ha ido!».
El responsable de convertir esta escabrosa historia, con variantes, en un fenómeno de masas, fue el autor de la novela en la que se basa el film de Friedkin, William Peter Blatty. Este supo del caso de Robbie cuando estudiaba como seminarista en la Universidad Jesuita de Georgetown en 1949, y tras leer sendos reportajes sobre el asunto en The Washington Post y en el Catholic Review, quedó muy impresionado. Sin embargo, no se ordenó sacerdote, como era su intención primera, y se convirtió en guionista, realizando el libreto de varias exitosas películas de Blake Edwards, como La venganza de la Pantera Rosa (1964) o Darling Lili (1970).
Pero su aspiración profesional no eran las comedias, sino realizar una ambiciosa novela dramática, y quiso profundizar en el caso Robert Mannheim:
gracias a su pasado jesuita, logró entrevistarse con el padre Bowdern, que por entonces se hallaba a cargo de los retiros espirituales de la Casa Blanca. Aunque los superiores del religioso le habían pedido a este que no publicitase el caso, pues la familia no quería salir del anonimato, Blatty lo convenció cuando le pidió ayudarle a escribir el relato del caso de Mount Rainier para que el mismo «hiciera más por la Iglesia y por el cristianismo de lo que podían hacer ochenta novelas».
Finalmente, Bowdern accedió tras decirle a Blatty: «Puedo asegurarle una cosa, aquello fue auténtico. No tuve ninguna duda entonces ni la tengo ahora». Y teniendo en cuenta lo que sucedió después con su adaptación cinematográfica, parece que algo extraño había, desde luego… Por ejemplo, en Roma la cinta se estrenó en un cine cercano a una iglesia (algo bastante sencillo teniendo en cuenta la cantidad de templos diseminados por toda la Ciudad Eterna), y poco antes de la proyección un rayo impactó en una de las cruces del edificio y la hizo caer con estrépito.
Y puesto que la Iglesia católica se vio asediada a preguntas sobre la realidad de los exorcismos, el Vaticano expresó su profundo disgusto con el contenido de la película y sus consecuencias, y acusó, en palabras de Miguel Ángel Prieto, «de sus potenciales daños a largo plazo». Como llegó a decir William Friedkin a todos los que criticaban su hoy legendaria película: «Si vas buscando al Diablo, hay muchas posibilidades de que acabes encontrándolo

En 2022, Andrew Dawson captó en video lo que parecía ser una figura colosal en lo alto de una montaña canadiense.Poco de...
13/04/2025

En 2022, Andrew Dawson captó en video lo que parecía ser una figura colosal en lo alto de una montaña canadiense.
Poco después, aseguró estar siendo vigilado por hombres en las sombras, afirmó que intentaban silenciarlo… y murió en circunstancias escalofriantes.

¿Qué fue lo que realmente presenció?

¿Y si todo lo que creímos del alunizaje fue solo una gran producción de Hollywood? 🌕🎥 En 1969, mientras el mundo celebra...
25/01/2025

¿Y si todo lo que creímos del alunizaje fue solo una gran producción de Hollywood? 🌕🎥 En 1969, mientras el mundo celebraba la llegada del hombre a la Luna, algunos comenzaron a notar detalles sospechosos. ¿Quién mejor para dirigir un evento tan 'perfecto' que Stanley Kubrick, el cineasta detrás de 2001: Odisea del Espacio, estrenada un año antes?

Aquí algunas cosas que dan de qué hablar:
1️⃣ Sombras imposibles: Las fotos del alunizaje muestran sombras en distintas direcciones, como si hubiera varias fuentes de luz. Pero... ¿no que la única luz en la Luna era el Sol? 🤔
2️⃣ La bandera ondeando: ¿Cómo es posible que la bandera de Estados Unidos parezca moverse si en la Luna no hay viento?
3️⃣ El fondo reciclado: Las fotos del 'paisaje lunar' muestran horizontes casi idénticos, aunque supuestamente fueron tomadas a kilómetros de distancia. ¿Reusaron el set?

Además, Kubrick era famoso por su perfeccionismo y atención al detalle, y tenía acceso a la tecnología más avanzada de la época. ¿Casualidad que su película sobre el espacio revolucionara los efectos especiales justo antes del supuesto alunizaje?

¿Será que nos vendieron un show épico mientras la carrera espacial seguía su curso aquí en la Tierra? 🌍

13/01/2025

El fantasma de Anne Walker

“EL JUEGO DEL CALAMAR ESTÁ BASADO EN UNA HISTORIA REAL”“El Juego del Calamar está inspirado en un hecho real que tuvo lu...
07/01/2025

“EL JUEGO DEL CALAMAR ESTÁ BASADO EN UNA HISTORIA REAL”

“El Juego del Calamar está inspirado en un hecho real que tuvo lugar en 1986. Ocurrió en un búnker en tierra de nadie en Corea del Sur, donde las personas fueron tomadas como rehenes y tuvieron que completar varios juegos para sobrevivir. El anfitrión con pensamientos inhumanos nunca fue encontrado”

Dirección

Querétaro Centro

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Cassandra Bonnefoy Casos publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Categoría