25/08/2025
"Tlaloc: El Guardián del Agua Eterna
En los tiempos en que los dioses aún caminaban entre montañas, Tlaloc, señor de la lluvia y la fertilidad, miraba desde su trono en las nubes cómo la tierra se secaba. Los hombres habían olvidado sus rituales, y el agua, enfurecida, se retiró a las entrañas del mundo.
Tlaloc descendió, no en forma de relámpago, sino como coloso de piedra y tormenta. Cada paso hacía temblar la tierra; su mirada, cargada de rayos, buscaba recordarle a los hombres que el agua no es un regalo: es un pacto.
Cuando llegó al valle donde hoy yace Querétaro, vio un acueducto en construcción, una obra humana que intentaba domar el agua, encauzarla, someterla. En lugar de destruirlo, Tlaloc sonrió. Era un gesto de respeto hacia su poder. Así, juró protegerlo: “Mientras el agua corra, mi sombra estará sobre estas piedras.”
Desde entonces, las tormentas que iluminan el acueducto no son casualidad: son el rugido del dios que aún vigila, reclamando ofrendas en forma de lluvia, trueno y vida."
Excelente historia, fomentemos la lectura.