21/11/2025
JESÚS ESCUCHA A LOS CIEGOS.
Homilía en la ###VII Asamblea Diocesana de Pastoral.
Casa de Espiritualidad el Buen Pastor, Amealco, Qro.
17 de noviembre de 2025.
Hermanos Sacerdotes. Hermanas y hermanos de Vida Consagrada. Hermanos seminaristas. Hermanas y hermanos de los Consejos Parroquiales de Pastoral. La paz esté con ustedes.
INTRODUCCIÓN
No es casual que la santa liturgia nos presente las mismas lecturas del año pasado, considero que, entre otras cosas, Jesús quiere que el marco de esta casa de espiritualidad del Buen Pastor, sea este hermoso evangelio que acabamos de escuchar. El año pasado meditamos en la pregunta de Jesús al ciego: ¿Qué quieres que hagas que hagas por ti? y en la respuesta del ciego: qué pueda ver. Ahora, en esta 37ª asamblea diocesana de pastoral, les propongo una breve reflexión sobre la súplica del ciego, la pregunta de Jesús, la respuesta del ciego y la respuesta de Jesús.
I.-LA SUPLICA DEL CIEGO GRITANDO: ¡Jesús hijo de David ten compasión de mí!
Los pobres, los ciegos, los leprosos, los enfermos y los perdidos pronto descubrieron que el hilo más fino para entrar en el corazón de Jesús era la compasión. Pronto descubrieron que cuando alguien le gritaba ten compasión de nosotros, Jesús siempre se acercaba, hacia algo, y no pasaba indiferente. Su modo de caminar, estaba siempre marcado por la compasión y la misericordia de Dios que quiere que todos sus hijos se salven y sean siempre felices y siempre bienaventurados.
Así cómo en Egipto Dios oyó el clamor de su pueblo (Ex 2, 24; 3, 7), miró su miseria, conoció las causas de sus angustias (Éx 3, 7), descendió para liberarlo (Ex 3, 8) y le entregó diez remedios para no volver a caer en esclavitud, ni poner en riesgo la paz; así Jesús escucha hoy el grito de los hijos de Dios, y siguiendo el método que aplicó el Egipto, escucha a sus hijos ciegos pidiendo limosna a la orilla del camino y nos ofrece el remedio de las bienaventuranzas, como el camino seguro para vivir el cielo desde el suelo, promoviendo la cultura del encuentro con Dios, como Padre compasivo y misericordioso; con los demás como hermanos, ni mayores ni inferiores; y con la naturaleza nunca como dueños siempre como administradores buenos fieles.
II.-LA PREGUNTA DE JESÚS AL CIEGO ¿Qué quieres que haga por ti? Y LA RESPUESTA DEL CIEGO A JESÚS: ¡Señor que vea!
El grito del ciego del que habla el Evangelio es ahora un grito globalizado. Como se decía en la Conferencia Episcopado Latinoamericano realizada en Puebla en 1979: "Es un grito claro, creciente, impetuoso, a veces amenazante", y con resultados dramáticos. (Del 2015 al 2025 de más de 440, 168 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales 90 mil sigue en esa condición o fueron localizadas sin vida. La dimensión de crímenes es mayor que en una guerra activa). miles y miles mu***os, miles de desaparecidos, y casi todos sombreados por el miedo y naufragando en el mar de la impunidad y la extorsión. Los gritos son tantos y tan cotidianos, que pareciera que ya son parte de un estilo de vida entre nosotros.
En este sentido en el mensaje al pueblo de Dios emitido por la de la Conferencia del Episcopado Mexicano apenas hace 5 días, asumimos que "como pastores tenemos el deber de hablar con claridad sobre la realidad de nuestro país. Que no lo hacemos desde una posición política ni partidista, sino desde la responsabilidad que se nos ha confiado como servidores del Evangelio .No podemos ser indiferentes ante el sufrimiento de nuestro pueblo. No podemos permanecer neutrales cuando está en juego la dignidad de las personas. Nuestra misión de anunciar el Evangelio nos exige anunciar la verdad con amor". En este sentido:
-"Observamos con preocupación cómo algunos discursos públicos construyen una narrativa que no corresponde a la experiencia cotidiana de millones de mexicanos".
-'Nos dicen que la violencia ha disminuido, pero muchas familias que han perdido seres queridos o poblaciones enteras que viven con miedo constante experimentan otra realidad".
- 'Nos dicen que se combate la corrupción, pero ante casos graves y escandalosos, no se percibe la voluntad de esclarecerlos, por lo que prevalece la impunidad".
"Vivimos tiempos difíciles, la violencia se ha vuelto cotidiana. Ese cáncer del crimen organizado que padecemos desde hace años ha extendido sus tentáculos a muchos rincones del país. Ninguno de los dirigentes que gobierna este país ha logrado erradicar este mal".
Hoy el grito de aquel pobre ciego, entre nosotros es un es un grito colectivo que ya no se puede callar. Un grito colectivo y cada vez más fuerte. Hay muchos que gritan con Esperanza: Jesús hijo de David ten compasión de nosotros!
III.-LA RESPUESTA DE JESÚS. "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
Para esto hermanas y hermanos, el Buen Pastor nos ha convocado a este centro de espiritualidad. A todos y a cada uno Jesús nos -dice: Recobra la vista; no pases indiferente ante tu hermano que sufre, que la casita de la caridad sea un verdadero signo profético de la fe que se demuestra con obras.
-¡Recobra tu oído! escucha los gritos impetuosos y a veces amenazantes de tus hermanos perdidos y desesperados que buscan la casita donde alguien les escuche.
-Recobra la capacidad de aprender, no dejes dormir ni tu inteligencia ni tu corazón, aprovecha la casita sagrada de la formación.
-Recobra la comunión con Dios y con todas sus criaturas, dentro de la casita sagrada de las pequeñas comunidades de discípulos misioneros.
-Recobra la vista, mira valora y aprende de los pobres, de los jóvenes de las mujeres y grupos sociales donde brilla más la esperanza.
El evangelio termina diciendo Estas bellas palabras: "El ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Así quiere Jesús que regresemos todos a nuestras parroquias.
Que Dios les bendiga, que Dios los proteja, que Dios los de la paz. Que así sea.