
24/09/2025
VIDEO NUEVO
Lucas 17:26–27 “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre: comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.”
No entendieron hasta que ya fue tarde. Y en el final ocurrirá lo mismo: cuando Yeshúa aparezca en gloria y los escogidos sean resguardados de la ira, el resto seguirá pensando que todavía queda tiempo. Es posible que millones vean las imágenes por televisión o internet. Reportes de resurrecciones. Noticias de desapariciones repentinas. Transmisiones de un cielo que se abre. Pero el mundo lo tratará como trata todo hoy: una “fake news” más, un video viral que en cuestión de horas será desplazado por otro escándalo. Y la advertencia quedará en el olvido.
Mateo 24:33 “Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.”
¿A las puertas de quién? A las puertas de aquellos que aún permanecen en la tierra, que ignoraron las señales, que se acomodaron en el sistema de la bestia sin resistir.
Génesis 6:11–12 “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.”
Así está hoy el mundo:
• Corrupción en los gobiernos, que se alían a intereses oscuros.
• Violencia no solo en guerras, sino en la cultura, en las ideologías, en la destrucción de la familia y la moral.
• Una sociedad que celebra el pecado y ridiculiza lo sagrado.
Y en medio de eso, la mayoría sigue diciendo: “Así ha sido siempre”.
Noé fue “pregonero de justicia” (2 Pedro 2:5). Predicó por más de un siglo. ¿Y cuántos entraron al arca? Solo ocho.
Así también hoy: las advertencias son ignoradas. Los mensajes proféticos son despreciados.
2 Pedro 3:3 “En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias.”
Cuando Yeshúa venga, la voz de burla se levantará aún más fuerte, pero el juicio será inminente. El diluvio llegó sin aviso extra. El arca se cerró, y entonces la lluvia comenzó. Nadie pudo entrar después. Así será cuando el Mesías regrese: los escogidos serán levantados y resguardados. Para el resto, no habrá una segunda oportunidad.
Mateo 24:39 “...y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
El día que parezca una simple noticia viral… será el día que Elohim declare que todo terminó.
Y entonces vendrá el Día del Señor sobre ellos como ladrón en la noche y es entonces, después de que los escogidos ya han sido levantados y resguardados, que se cumple la otra parte de la advertencia del Mesías:
“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada” (Mateo 24:40–41, RVR1960).
Muchos han confundido estas palabras con un escape secreto al cielo, pero el contexto es claro: los que son tomados en este momento no son arrebatados para salvación, sino entregados al juicio. Por eso Pablo declara: “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:3, RVR1960).
El día del Señor viene como ladrón en la noche, no para los que ya fueron guardados en el Mesías, sino para los que permanecen confiados en su neutralidad: “Yo no soy enemigo de Dios, yo no merezco condenación”. Pero esa es la misma actitud de las cabras en Mateo 25, que serán juzgadas en Yom Kippur diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos necesitado y no te ayudamos?” Nunca se consideraron rebeldes… pero fueron indiferentes.
Y sobre esa indiferencia, el profeta Joel describe un ejército que irrumpe en la tierra: “Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la muralla; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo… Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones” (Joel 2:7–9, RVR1960).
Una visión paralela aparece en Apocalipsis, cuando Juan contempla a esos seres que parecen langostas, pero son mucho más aterradores:
“El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer, y sus dientes eran como de leones. Tenían corazas como corazas de hierro; y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla. Tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres cinco meses. Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión” (Apocalipsis 9:7–11, RVR1960).
Imagina esa escena: criaturas híbridas, mitad humanas, mitad bestias, con dientes que desgarran como leones y alas que rugen como ejércitos de carros. No destruyen cosechas como las langostas normales, sino que atormentan directamente a los hombres. No respetan muros, ni puertas, ni escondites: entran por las ventanas como ladrones, irrumpiendo en lo íntimo de cada casa, buscando a los que aún digan: “Yo estoy en paz, nada me pasará”.
Y el terror será tan insoportable que muchos desearán morir, pero ni eso les será concedido: “Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos” (Apocalipsis 9:6, RVR1960).
Ese es el destino de los que sean dejados: un tormento tan cruel que ni siquiera la muerte podrá servirles de escape. Así se cumplirá la palabra: “Vendrá el día del Señor como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses 5:2).
Y Sofonías resume el clímax de ese día con una frase estremecedora: “Cercano está el día grande de YHWH, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de YHWH; gritará allí el valiente” (Sofonías 1:14, RVR1960).
MIRA EL VIDEO COMPLETO: https://www.youtube.com/watch?v=W5d3ahlttC0&list=PL39rih27lrX93I_I6UjQXXgLin0VDjKNb