05/07/2025
¡¡DICE UN VIEJO DICHO: " DESPUES DE QUE SE AHOGÓ EL NIÑO, HAY QUE TAPAR EL POZO"!!
ADMINISTRACIONES EJIDALES, SINVERGUENZAS Y CENTAVEROS ACABARON CON NUESTRO BASTIÓN MAS IMPORTANTE EN TUXPAN.
Luego de que se publicara el día de ayer un pequeño logro por parte de la actual administración ejidal que preside el amigo David Padilla, nos queda la nostalgia de lo que fue aquel inmenso bosque, hogar de guacamayas, pericos, tejones, venados y jaguares.
Pero antes de buscar culpables de su deterioro, es necesario hacer un recorrido histórico de las administraciones pasadas, hasta llegar a la última, presidida por el sinvergüenza y centavero Máximo Galvan, a quien la asamblea ejidal le perdonó todos sus latrocinios, pero que aún cuenta con varias demandas por daño en propiedad ajena.
El ejido de Tuxpan de los años 60s y 70s, tuvo excelentes administradores entre las cuales figuran nombres como los de don Vicente Preciado, don Jesús Mártir, Don Fortino Ambriz Salazar, Don Elias Rodriguez y Don José Correa. Ellos tenían circulado los perímetros del bosque, con sus guardabosques y sus puertas de entradas y salidas, con sus respectivos porteros guardianes.
Entonces era un placer observar los hermosos y olorosos cedros rojos, que se erguian imponentes a lo largo y ancho del palapar. Hermosos bancos de palmitones donde se nos permitía cortar palapas para techar nuestras casas.
Había también personajes cuyo oficio era labrar vigas para las paredes y los techos con los que acompletabamos nuestras viviendas. Todo era pagado y con permiso del ejido. Nadie entraba nomas por entrar, y no había tantos incendios, a excepción del juntador de cocos amarillos, quienes se la rajaban a pie por entre los lodazales del bosque para cortar y llevar a vender su producto y así mantener a sus familias.
Se tenía un corralon para los animales que anduvieran sueltos en tiempos de siembra y se pagaba una cuota de alimentación y multa para sacarlos.
Los nombres que mencioné antes si cumplieron con el compromiso de dotar de tierras a los hijos de ejidatarios y avecindados de Tuxpan, se hicieron reparticiones.
Pero vinieron administraciones como las de Pedro Flores, Victor Cervantes y las que le siguieron, cuya única consigna fue el saqueo indiscriminadamente de los cedros, las palapas y el cogollo de la palma para los tamales.
A partir de esas actitudes, vino un valemadrismo generalizado, y se empezaron a circular grandes extensiones de bosque para el pastoreo de ganado, ladrilleros y siembra de maíz y frijol, sin el consentimiento oficial, pero sí bajo el amparo del compadre, el tío o el buen amigo. Cabe mencionar que en asamblea ejidal llevada a cabo en el año del 2005, se reconoció oficialmente a posesionarios que ya estuvieran labrando sus tierras antes del 2004 cuando ocurrió el devastador paso del huracán Kenna.
¿Por qué hacemos este recordatorio?
Bueno pues porque al no aguantar la tala indiscriminada de palma de coquito de aceite, una de las administraciones ejidales, entregó, en el año del 2010 a la federación, más de 800 hectáreas que fueron incluidas en Marismas Nacionales de Mexico, quienes son atendidas por CONANP, CONAFOR Y PROFEPA.
¿Por qué no ha habido avances en la protección y reforestacion del palapar?
Sencillamente, porque había un convenio de latrocinio por parte de las antiguas administraciones, para gastarse el recurso que se les enviaba de CONAFOR, solo por reforestar zonas de siembra, dañando aún a quienes la asamblea ejidal había reconocido. Hay infinidad de fotografías en los ministerios públicos, donde se puede observar grandes amontonamientos de plantas al pie de las palmas tapadas con ramas y tierra para ocultarlas a la vista.
Eran otros tiempos, pero nunca es tarde para empezar a recuperar el bosque.
El problema es que ya hay "otro tipos de personas "quienes están haciendo el daño y saqueando cuanto árbol de huanacaxtle, cedro o amapa que se encuentran dentro del mismo perímetro de protección federal.