
28/07/2025
Pongamos a prueba la libertad de expresión
Defiendo el uso del lenguaje tradicional. No utilizo términos como “elle” ni creo necesario duplicar constantemente palabras como “niños y niñas” cuando el plural en español ya incluye a todos.
Estoy a favor de la vida. No apoyo el ab**to, y no hablo desde lo legal, sino desde la conciencia del acto mismo. Creo firmemente que debemos enfocarnos más en la educación sexual y en el acceso a métodos anticonceptivos, en lugar de normalizar una práctica que, en mi opinión, afecta a una tercera vida.
También defiendo la tolerancia y el respeto hacia todas las personas. No creo en imponer etiquetas: el respeto se debe por el simple hecho de ser humanos.
Pero el respeto también implica límites. No estoy de acuerdo con que se intervenga en la educación de mis hijos para imponer una visión sobre diversidad sexual que no comparto. La crianza y la formación de valores en casa son una responsabilidad y un derecho de las familias, y eso también merece ser respetado.