23/08/2025
El Prompt que Faltaba
Crocker / Medios
, 23 de agosto de 2025
La reciente actualización de con la llegada de GPT-5, el pasado 7 de agosto de 2025, significó un salto importante en la inteligencia artificial. No se trató solo de un avance técnico, sino de un recordatorio de que estamos frente a la punta de lanza de una transformación global. Cada versión amplía posibilidades, pero también nos obliga a preguntarnos algo esencial: ¿cómo la estamos usando? Esa reflexión me dio pie a pensar en el “prompt” que falta, no para la máquina, sino para nosotr@s.
Es curioso: invertimos tiempo en redactar un buen prompt para la IA, pero casi nunca nos preguntamos: ¿cuál debería ser el prompt correcto para el ser humano que la utiliza?
¿Y si empezáramos por ahí?
Imagina que, antes de abrir la pantalla, apareciera una sola línea dirigida a ti:
Piénsalo antes de preguntarlo. Cuestiónalo antes de aceptarlo. Reescríbelo antes de usarlo. Hazlo tuyo.
La mayoría de las personas cree que usar inteligencia artificial es simplemente saber qué pedir. Pero lo verdaderamente transformador está en cómo llegas a formular tu pregunta.
Un buen prompt revela tu claridad, tu intención y tu nivel de conciencia.
Un mal prompt es como lanzar una red al océano sin saber qué pez estás buscando.
Y aquí viene la trampa: si te acostumbras a que la IA piense por ti, escriba por ti, organice por ti… quizás te ahorres esfuerzo, pero también estarás perdiendo músculo mental.
El peligro no está en la tecnología. El verdadero riesgo está en delegar demasiado sin darnos cuenta.
Algunos críticos apresurados señalan que usar IA equivale a ser una especie de plagiario profesional. Pero esa visión es tan estrecha como lo hubiera sido acusar a los primeros contadores de hacer trampa por usar una sumadora. La herramienta no suplanta al ser humano: lo potencia. Así como la calculadora permitió que la mente se ocupara de problemas más complejos que una simple suma, la IA nos abre espacio para pensar mejor, organizar con mayor precisión y eficientizar recursos.
La inteligencia artificial, por el momento, no tiene la capacidad de reemplazar el amplio espectro de la condición humana. No crea afecto, no inventa por sí misma un propósito, no sustituye la conciencia ni la ética. Está aquí para acompañarnos, no para sustituirnos. Y en esa diferencia está la verdadera responsabilidad.
Por eso, propongo algo radicalmente simple:
Que la IA también nos pida algo a cambio. Que nos devuelva la mirada. Que nos diga:
No me uses como atajo. Úsame como espejo.
No me sigas ciegamente. Provócame.
No me pidas que piense por ti.
Enséñame a pensar contigo.
Ese es el prompt que falta.
No para la máquina.
Es para nosotr@s.
🗣️ Pero… y tú… ¿Qué piensas? 🌐🌿💬🇲🇽