23/08/2025
MENSAJE OSCURO
Me llamo José, soy de Aguascalientes. Hace unos meses inició una etapa muy complicada en mi vida, aún no termina; perdí mi empleo, las deudas me sobrepasaron, para colmo, conocí a una mujer de la que me enamoré y me abandonó, el estrés me ganó, caí en depresión.
Una noche, caminando debajo de la lluvia sobre una calle oscura y solitaria, totalmente vacía, sin personas ni vehículos, de la nada, un niño apareció y comenzó a caminar detrás de mí, me dijo: “Hola” Una fuerza extraña o mejor dicho mi instinto, no me dejó voltear, algo me decía que no lo hiciera, lo vi de reojo, tenía como 9 años, traía puesto un short y una playera delgada; le contesté el saludo y continúe avanzando, unos metros adelante miré hacia atrás, no vi nada, no escuché que se abriera o cerrara alguna puerta ¿Qué hacía un niño solo, debajo de la lluvia y a esas horas? Y sobre todo ¿A dónde se fue? Me pareció muy extraño.
Al día siguiente le platiqué a una amiga lo sucedido, me dijo que era una buena señal, que mi conciencia había cambiado, mi percepción se estaba adaptando a cosas místicas y el acercamiento de ese niño significaba algo positivo, mi vida mejoraría. Le creí, de alguna forma acepté la existencia de ese niño, con mi pensamiento lo dejé entrar en mi vida, le abrí las puertas a mi interior. Fue un grave error.
En las primeras noches hablé con el niño a través de mis pensamientos, comenzó a aparecer con mayor frecuencia en mi casa, lo veía en los rincones oscuros, comencé a contarle mis problemas y abiertamente le pedí ayuda. Al principio sus rasgos correspondían a los de un niño normal, pero con el paso del tiempo sus ojos se fueron oscureciendo hasta llenarse de un negro profundo, sus dientes comenzaron a crecer y se convirtieron en colmillos afilados, al grado de que salen de su boca, no podía cerrarla. Ahora se esconde debajo de mi cama, me observa desde mi closet y lo peor es que ha comenzado a hablarme.
Me dice que algo muy malo va a pasar, que habrá mucha sangre y que yo formaré parte de todo eso, le he preguntado muchas veces a qué se refiere y cómo lo puedo evitar, pero me ignora, no le interesa lo que siento o lo que pienso, no me escucha. Le digo que solamente quiero que mi vida cambie para bien, que pensé que él me ayudaría; pero solo saca su lengua puntiaguda y me repite lo mismo una y otra vez, me dice que debo estar preparado porque el día está muy cerca, que es inevitable y yo que seré clave para que suceda.
Tengo miedo, no sé cómo alejarlo, rezo, visito la Iglesia, he roseado agua bendita en mi casa, colgué cruces, pero solo le sangran la boca y los ojos, no desaparece. Sé que yo lo dejé entrar pensando en que era algo bueno, pero no es así. Estoy cansando de mi vida, de las trabas, de que todo me salga mal ¿Qué pasará conmigo si lo que dice ese demonio es verdad? Porque nunca se trató de un niño, siempre fue algo malo, un demonio con un mensaje oscuro.