
11/09/2025
TRAGEDIA Y HEROISMO EN LA CONCORDIA
*17 víctimas del siniestro presentan quemaduras en el 80 y 90% del cuerpo.
*La mayoría son hombres y hay 13 menores de edad que sobrevivieron a la nube en llamas.
De la lista de 90 heridos que proporcionó el gobierno de la CDMX víctimas de la tragedia en el Puente de la Concordia registrado este miércoles en CDMX, se desprende que al menos 30 personas se encuentran de graves a muy graves de salud, debido a que presentan quemaduras en el 50 y hasta el 90% del cuerpo, además de que hay heridos sin identificar.
Hasta anoche la lista no había sido actualizada, sin embargo se confirmaron los siguientes decesos:
-Sánchez Blas Juan Carlos de 15 años. Clínica Emiliano Zapata.
-Un fallecido, hombre o mujer, de 30 años de edad. Hospital de Iztapalapa.
-García Morales Eduardo Noé, se desconoce su edad, clínica Emiliano Zapata.
-Hernández Betancourt Juan Antonio, se desconoce la edad. Hospital General Zona 53.
-Entre los heridos hospitalizados hay al menos 13 menores de edad, cuatro de ellos bebés; y de 15 víctimas del siniestro se desconoce su edad, incluidos tres casos de personas fallecidas.
-Los Hospitales donde se encuentran personas internadas son:
Hospital General Iztapalapa, Hospital General José María Morelos y Pavón, Clínica, Hospital Regional Zaragoza ISSSTE, Hospital Regional de Zona 53/IMSS Victoria de la Fuente, ISSSTE Tláhuac, INR, Hospital Rubén Leñero, Hospital Balbuena, Hospital General Regional 197 Texcoco, Unidad Médico Familiar 31 Ermita y en el Hospital Regional 2 Villa Coapa.
La mayoría de las víctimas son hombres, al menos 67, 20 son del s**o femenino, el resto no han sido identificadas a plenitud.
Hay en total 17 casos de hospitalizados en los cuales se menciona que la persona tiene quemaduras en el 80 y 90% del cuerpo y al menos dos están entubadas.
La tragedia del Puente de la Concordia se propicio cuando una p**a con 49 mil litros de gas licuado volcó y explotó, generando una peligrosa nube de gases que alcanzó a docenas de vehículos que circulaban en la zona de ese multi-circuito vial ubicado en los límites entre CDMX y Edomex.
DE LA TRAGEDIA AL HEROISMO CIVIL
Docenas de personas que iban a bordo de distintos automotores al momento de la volcadura, fueron alcanzadas por la enorme nube de fuego que envolvió la p**a derrapada, incluyendo automotores de transporte publico, vehículos familiares, camionetas, camiones de carga y un autobús de pasajeros.
Tras el derrape de la pesada carga de combustible le siguieron minutos de caos y desesperación de personas bajando de las unidades y huyendo para salvar sus vidas; autos atascados y poco después docenas de civiles intentando dar auxilio a costa de su propia seguridad, en medio de autos en llamas, humo y gente tirada en el asfalto o prados cercanos, gritando por ayuda.
Quizás no se había visto una tragedia similar desde lo ocurrido en Tlalhuelilpan, Hidalgo.
El gobierno de la ciudad, al frente de Clara Brugada, intento administrar y contener la tragedia al asegurar en sus primeras declaraciones que no había víctimas pese al dantesco escenario de la p**a volcada y en llamadas y de otros vehículos adyacentes también calcinados...
Personas que lograron saltar de sus unidades y correr a lo largo de las vías, fueron captadas saliendo de entre nubes de vapores y humo negro y caliente aún, con la ropa en girones y la piel igualmente, otras que en el piso esperaban por ayuda, sobre la ennegrecida avenida alcanzada minutos antes por las llamas y tirados debajo de sus vehículos calcinados.
Ante la tardanza de unidades de emergencia, personas con trazos de piel colgando de brazos y piernas, sin cabello ni ropa se formaban sentados en las banquetas esperando por auxilio, mientras que otras quedaron paralizadas de pie, totalmente en shock, tras haber logrado salir de las llamas, gravemente heridos y otras eran conducidas por algunos voluntarios.
Ropa, pertenencias, mochilas, zapatos, bolsas; restos humanos entre los motores de la p**a carbonizada, lo mismo que otros vehículos, formaron una enorme masa de la tragedia que las autoridades luchaban por retirar todavía anoche.
El heroísmo civil también, como siempre ocurre en las emergencias masivas en México, vino a suplir la desorganización y tardanza institucionales. Una tragedia descomunal y la presidenta humanista nunca llegó.
Vecinos anoche repartían alimentos, pero también ya habían trasladado y acompañado a quemados en el mismo sitio de la tragedia; los cargaron entre mantas con las que improvisaron camillas para subirlos a patrullas a pura fuerza de brazo y conmoción; un motociclista ni lo pensó para trasladar al hospital a un policía con una bebé en brazos que su abuela solo minutos antes había logrado sacarla de entre las llamas a costa de su cuerpo que quedó desecho; voluntarios dejaron todo para ir a prestar ayuda y enfrentarse a escombros llameantes junto a bomberos, rescatistas y policias; otros con sus manos desesperadas arañaban la tierra, juntaban montones y la reunían en telas para en medio del caos lanzarla a vehículos candentes para luego poder removerlos y abrir paso a las ambulancias; movieron los vehículos a punta de fuerza y arrojo y también con arrojo fueron los primeros en lanzarse por sus compatriotas.
Ahí solo eran mexicanos.
Nadie se acordó del odio, la que lo promueve no llego. Solo eran hermanos salvando hermanos.
Montaño Maria Teresa