02/11/2025
"No queremos ser un alcalde más asesinado"
-Carlos Manzo, alcalde de Uruapan
El grito que no se apagará
La noche de velas que Uruapan esperaba terminó en tragedia.
Carlos Manzo Rodríguez —el alcalde que caminaba frente al miedo y hablaba sin tapujos— fue víctima de un atentado durante el Festival de Velas. Murió.
Era el “hombre del sombrero”, el independiente que se negó a plegarse al silencio. En lo público denunciaba campos de adiestramiento paramilitares, exigía mano firme y declaraba que “los abrazos ya no caben”.
Hoy ese eco de denuncia se vuelve recuerdo.
Cuando se elige no cruzar la línea del silencio, se paga el precio más alto: la vida.
Cuando alguien se atreve a gritar desde el poder local, convertirse en diana es parte del riesgo.
Murió un alcalde, pero también murió —o al menos se tambalea— una esperanza.
Porque hay quienes dicen que el poder no puede cortarse con valentía; él estaba dispuesto a intentar lo contrario.
Dejó huella: para unos fue temido, para otros amado, pero jamás ignorado.
Y la reflexión se impone:
¿Quién paga el costo de ejercer autoridad cuando el enemigo actúa desde la sombra?
¿Quién asume que cuando hablas fuerte, el silencio del otro se convierte en disparo?
Gritar desde la política cuesta caro, pero callar cuesta más: normalizar el miedo es dejarnos sin patria.
Redacción: Latido Noticias/LG.
*****to