31/07/2024
Nos quedamos con los apóstoles de los 4 Evangelios sin leernos Hechos de los Apóstoles.
Y es que con el tema de las Olimpiadas se escucha mucho por ahí el: Jesus nos acepta a todos tal cual somos. Y si, es una verdad… pero a medias. Porque el amor no es estático, el amor transforma. Si: el amor perdona y olvida, pero exige un cambio de vida…
Lo rodearon 12 que le fallaron, huyeron en el momento mas critico y uno hasta lo traicionó.. y El también lo amó.
Pero quedarnos ahí, en el ya me aceptó como soy, ahora puedo ser feliz… es hacerse daño a uno mismo. Cuando vamos mas allá de los 4 Evangelios vemos que esos mismos 4 Evangelios quedaron impregnados en los 12 apóstoles cuando leemos el libro de Hechos.
Incluso Saulo persiguió y mató a cristianos, pero el encuentro con Jesus lo transformo… Si: Jesus nos acepta como somos, pero nos transforma… Esa misma energía de Pablo, que con tanta pasión perseguía a los seguidores del Mesias, con esa misma pasión, al ser transformado por Dios, predicaba en todo momento que nos tenemos que entregar al amor… Imagina a Pablo (Antes Saulo) diciendo: Amo al Señor porque me acepta aun y cuando molesto a los cristianos, seguiré molestándolos, que al cabo el me acepta como soy…
Y ahora también se podrá decir: Pues no vemos ese cambio en los católicos… en los cristianos…
Volvemos al punto de los Apóstoles… vemos un Pedro visceral que incluso Jesus llego a reprender fuertemente (apártate de mi Satanás) o a un Juan y Santiago queriendo bajar del cielo fuego para que consuma a aquellos que no caminaban junto a ellos… O a un Andres, dudando de como saciar el hambre de 5000 personas o a un Tomas dudando que El habia resucitado…
Y ahi nos quedamos... no leemos mas, no interiorizamos a Jesus... nos quedamos solo con lo que dicen escritos y opiniones en Facebook... (Menos Face y Mas Book)
Lo de las olimpiadas fue grotesco y ofensivo y lo rechazamos.
Rechazamos el acto, pero no a las personas… a ellos les seguimos amando y seguimos orando para que el verdadero Amor les transforme y puedan un día participar en el banquete del Cordero en la Santa Eucaristía.