19/06/2025
San Mateo del Mar no es una mancha en el mapa. Es una herida que sigue respirando.
El viento, que en nuestras tierras habla en lengua Ikoots, nos recuerda que aún hay cuentas pendientes con la historia.
Cinco años han pasado desde aquella noche en que el horror bajó de las sombras. No fue una tormenta, ni un mal sueño. Fue la mano armada del poder, esa que sonríe en los escritorios y huye impunemente cuando es encarada por las víctimas.
Nos piden que olvidemos, que sigamos con nuestras vidaa, que seamos buenos indígenas… Pero nosotros, los que nacimos del mar y del barro, aprendimos a sembrar la dignidad. Y la semilla que enterramos aquel junio de sangre, ha empezado a romper la tierra.
No pedimos limosnas. Exigimos justicia.
No traemos odio. Traemos memoria.
No hablamos por encargo. Hablamos porque seguimos vivos.
A cinco años de la masacre, nuestro dolor camina y se organiza. Y en cada paso, se vuelve fuerza.
Dicen que la impunidad es eterna. Nosotros decimos que también lo es la resistencia.
Desde la dignidad rebelde de nuestro pueblo:
No perdonamos. No olvidamos. No nos rendimos.
Claudia Sheinbaum Pardo Rosa Icela Rodríguez Fiscalía General del Estado de Oaxaca Secretaría de Gobierno Salomón Jara Cruz Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Coordinadora Contra la Represión y por la Justicia-CCRJ