30/09/2025
El presidente Donald Trump firmó el pasado viernes 19 una orden ejecutiva que establece un cobro de US$ 100.000 por cada solicitud de visa H-1B, medida que, según explicó, busca “frenar el uso excesivo del programa”.
“Necesitamos grandes trabajadores, y esto prácticamente asegura que eso es lo que va a suceder”, afirmó desde la Oficina Oval.
Funcionarios de su administración indicaron que la política incentivará a las empresas a contratar personal estadounidense, aunque seguirá permitiendo la incorporación de profesionales extranjeros altamente calificados en sectores especializados.
La proclamación condiciona la aprobación de estas visas al pago de la tarifa.
En paralelo, Trump dispuso la creación de un mecanismo de inmigración denominado “tarjeta dorada”, que agilizará los trámites a cambio de un costo elevado: US$ 1 millón para individuos y US$ 2 millones si la empresa patrocinadora cubre el proceso para un trabajador.
El visado H-1B, válido inicialmente por tres años y renovable por otros tres, ha sido defendido por economistas como un instrumento para mantener la competitividad de las compañías estadounidenses y generar más empleos en el país.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, explicó en una llamada con periodistas que la tarifa de US$ 100.000 anuales se fijó tras consultas con empresas. Agregó que aún se discute con el Departamento de Seguridad Nacional “si vamos a cobrar los US$ 300.000 por adelantado o US$ 100.000 anuales durante tres años”.
El sector tecnológico es el mayor usuario de este visado, pues alega que requiere talento especializado difícil de encontrar en el mercado local.
En 2016, Trump acusó a las empresas de usar las visas H-1B “con el propósito explícito de sustituir a los trabajadores estadounidenses por salarios más bajos”, y en 2020 limitó su acceso en medio de la pandemia.