29/09/2025
EL ULTIMO RECURSO DE DANIEL MEMDEZ GEOVANY SAGRERO EN FIN
Geovany Sagrero: entre la 4T, el poder jurídico y el conflicto de intereses en Salina Cruz
En medio de la crisis que atraviesa Salina Cruz por las muertes de dos mujeres en los separos municipales, el nombre del abogado Geovany Sagrero, jurídico del Gobierno del Estado, vuelve a colocarse bajo la lupa.
Sagrero ha sido un personaje recurrente en los momentos clave de la vida política local. En 2021, fue señalado como pieza operativa en la primera victoria electoral de Daniel Méndez. Pese a los desplantes y tensiones entre Méndez y el entonces gobernador Salomón Jara, el abogado mantuvo cercanía con el edil.
En el proceso electoral de 2024, repitió el patrón: operó jurídicamente en contra de Morena y de la candidata Yesenia Nolasco, lo que permitió que Méndez, ahora postulado por el PT, lograra un triunfo cuestionado por presuntas irregularidades.
Hoy, cuando el presidente municipal enfrenta la presión social y política por las muertes en los separos, Sagrero aparece de nuevo como su asesor jurídico. Pero el detalle más delicado es que lo hace a través de su despacho privado, “Kratos Abogados”, contratado directamente por Daniel Méndez.
Esta doble función plantea un evidente conflicto de intereses: por un lado, Sagrero ocupa un cargo dentro del jurídico del Gobierno del Estado, donde debería velar por la legalidad y los intereses públicos; por otro, opera como abogado privado de un edil cuestionado y señalado de omisiones graves.
El hecho no solo erosiona la imagen de imparcialidad que debería tener un funcionario público, sino que además refuerza la percepción de que, en lugar de ponerse del lado de las víctimas y la justicia, se privilegian los pactos políticos y económicos.
En la práctica, Sagrero no solo estaría contraviniendo los principios de la Cuarta Transformación —cuyo discurso se centra en la ética pública y el combate a la corrupción—, sino también debilitando la credibilidad del propio gobierno estatal.
El caso de Salina Cruz refleja un problema más amplio: la distancia entre el ideal de la 4T y las acciones de ciertos actores que, amparados en su poder técnico o político, terminan traicionando tanto a la sociedad como al propio movimiento que dicen representar.