14/08/2025
Columna: El agua en Jalapa del Marqués, entre el rezago y el trabajo silencioso
En Santa María Jalapa del Marqués, Oaxaca, la problemática del agua potable no es nueva. El sistema de suministro es de carácter municipal, no depende del Gobierno del Estado, y su operación recae enteramente en las autoridades locales. Esto significa que todo lo que ocurre —desde el mantenimiento hasta la distribución— es consecuencia directa de las decisiones tomadas por las administraciones públicas municipales.
El desabasto que hoy se denuncia tiene raíces profundas en una gestión anterior que, durante dos periodos consecutivos —seis años en total—, tuvo la oportunidad de sentar las bases para una solución de largo plazo. Sin embargo, la administración saliente no solo dejó un rezago histórico en infraestructura, sino que omitió realizar una entrega-recepción formal: no hubo documentos, no hubo protocolo, no hubo evento oficial. La nueva administración, encabezada por la presidenta municipal Leticia Sibaja Mendoza, comenzó sin un diagnóstico técnico, sin planos actualizados y sin reportes sobre el estado real de los sistemas de captación, distribución y bombeo.
El panorama inicial era desolador. Oficinas públicas en mal estado, paredes deterioradas, equipos sin mantenimiento, y un sistema de agua potable con fugas importantes, bombas obsoletas y tuberías abandonadas durante un prolongado periodo, sin atención ni reparación. Esta ausencia de información obligó a iniciar un trabajo de diagnóstico directo en campo, recorriendo barrios, colonias y comunidades para conocer de primera mano la magnitud del problema.
A partir de enero de 2025, las acciones comenzaron a tomar forma. El 1 y 2 de enero se realizaron recorridos por el Palacio Municipal y por puntos clave como la colonia Aguascalientes, el camino a la cortina de la presa y la carretera cerca del Huanacaxtle. Se detectaron y repararon fugas críticas, se limpiaron cárcamos de rebombeo y se rehabilitaron tramos de tubería que abastecen a la mayor parte de la población.
En febrero, los trabajos se extendieron a sectores como El Cerrito, Quinta La Iguana y la calle Central, cerca de la escuela Miguel Hidalgo. En marzo, además de reemplazar tuberías y equipo en el Cerrito, se inició la preparación para la construcción de un tanque en San Cristo, con el objetivo de mejorar la presión y el abasto. También se atendieron fugas en la colonia Guadalupe.
Mayo trajo consigo el arranque de la construcción de un pozo en San Cristóbal, una obra emergente para reforzar la disponibilidad de agua en la zona. Y en agosto, se instaló una nueva bomba en el cárcamo de rebombeo, cerrando un ciclo de intervenciones que han ido, poco a poco, disminuyendo el impacto del rezago heredado.
El reto que enfrenta Leticia Sibaja Mendoza no es menor. Recuperar un sistema municipal de agua potable abandonado por años exige inversión, planeación, diálogo con la ciudadanía y, sobre todo, voluntad. No es un trabajo fácil, pero tampoco es imposible. Jalapa del Marqués está a tiempo de enderezar el rumbo y sentar las bases para que, en el futuro, ninguna administración deje a su suerte un servicio tan vital como el acceso al agua.