29/08/2025
Las 5 Heridas de la Infancia y su Impacto en el Cuerpo:
Las heridas emocionales que se sufren en la infancia se reflejan en la postura, forma de caminar y peso corporal.
Reconocerlas es el primer paso para sanarlas.
Herida de Humillación:
¿Cómo se manifiesta?
Postura encorvada, con la espalda jorobada.
Hombros caídos y cabeza inclinada hacia abajo.
Glúteos metidos hacia adentro.
Causa
Se desarrolla cuando una persona ha sido avergonzada, criticada o ridiculizada en su infancia. Puede llevar a sentir que no es suficiente o que merece ser castigada.
Cómo sanarla
Trabajar en la autoestima y la autoaceptación.
Practicar afirmaciones positivas y autocompasión.
Buscar recursos terapéuticos para liberar la vergüenza acumulada.
Aprender a poner límites y valorar la propia voz.
Herida de Abandono:
¿Cómo se manifiesta?
Sobrepeso sin causa aparente.
Dificultad para bajar de peso incluso con dieta y ejercicio.
Sensación de vacío que se intenta llenar con comida.
Causa
Se genera cuando una persona se sintió emocional o físicamente abandonada en la infancia. Puede provenir de padres ausentes, indiferentes o emocionalmente fríos.
¿Cómo sanarla?
Reconocer el miedo a la soledad y aprender a disfrutar del tiempo a solas.
Sanar el apego emocional y la dependencia afectiva.
Practicar la gratitud y conectar con uno mismo.
Terapia emocional para trabajar la sensación de desamparo.
Herida de Injusticia:
¿Cómo se manifiesta?
Cuerpo rígido, ni muy delgado ni con sobrepeso.
Dificultad para subir o bajar de peso, siempre en una talla intermedia.
Postura corporal tensa y perfeccionismo en la forma de caminar.
Causa:
Surge en personas que crecieron con normas muy estrictas, exigencias altas o sentimientos de que nada de lo que hacen es suficiente.
¿Cómo sanarla?
Aprender a ser flexible y soltar la necesidad de control.
Sanar la autoexigencia y permitirse cometer errores.
Practicar el equilibrio entre dar y recibir.
Trabajar la confianza en la vida y en las personas.
Herida de Traición
¿Cómo se manifiesta?
En hombres: espalda ancha, fuerte y musculosa.
En mujeres: caderas y glúteos grandes, bien formados.
Apariencia de fortaleza, pero con miedo al engaño.
Causa:
Se desarrolla cuando hubo una figura de referencia (padre o madre) que no cumplió promesas o traicionó la confianza del niño. Genera la necesidad de ser fuerte para evitar ser lastimado.
¿Cómo sanarla?
Aprender a confiar y soltar el control.
Sanar el miedo a ser lastimado en las relaciones.
Practicar el perdón, sin justificar lo que pasó.
Trabajar en la seguridad personal sin necesidad de mostrarse fuerte todo el tiempo.
Herida de Rechazo:
¿Cómo se manifiesta?
Sensación de querer desaparecer o evitar ciertos lugares.
Inseguridad en grupos o ambientes sociales.
Rechazo a uno mismo y a los demás sin darse cuenta.
Causa:
Se genera cuando una persona sintió desde la infancia que no era deseada o aceptada, lo que le hace buscar escapar constantemente.
¿Cómo sanarla?
Aceptarse completamente y sanar la autoestima.
Identificar pensamientos de autocrítica y transformarlos.
Aprender a recibir amor y reconocimiento sin miedo.
Elimina el miedo trabaja el rechazo y fortalecer la identidad.
Estas heridas emocionales no solo afectan la mente, y las emociones, sino también el cuerpo. Sanarlas no es cuestión de cambiar la postura o hacer dieta, sino de trabajar en la raíz emocional.
La sanación comienza con el autoconocimiento y la decisión de cambiar lo que nos limita.