09/12/2025
Polo Norte, 24 de Diciembre de 2025.
Mi jovencito Juan Luis
"Ho, ho, ho", como solía decir al llegar a tu pinito de navidad.
Te escribo esta carta con una mezcla de alegría y un poco de nostalgia, porque este año mi trineo ha traído un regalo muy especial, el último que te entrego personalmente.
Te he observado crecer desde que eras un pequeño que creía en la magia de la Navidad con todo su corazón.
He visto cómo te has convertido en el joven increíble que eres hoy: inteligente, amable y con un gran corazón. Te has ganado cada regalo, no por tu comportamiento, sino por la persona maravillosa en la que te estás transformando.
Verás, mi trabajo consiste en mantener viva la chispa de la ilusión en los corazones jóvenes. A medida que los niños crecen y se convierten en adultos responsables, la forma en que experimentan la magia cambia. Ya no se trata de regalos materiales, sino de compartir la alegría y la generosidad con los demás.
A partir de ahora, te pido un favor: ayúdame a esparcir esa magia. Tú eres lo suficientemente mayor y responsable como para entender el verdadero secreto de la Navidad: tú mismo puedes ser Santa Claus para aquellos que te rodean. ¿Pero como? El verdadero espíritu navideño no está en el Polo Norte, sino en los actos de amor, la amabilidad y el tiempo que dedicas a tus seres queridos y a quienes más lo necesitan.
Este último regalo que te traigo simboliza esta transición de niño a todo un jovencito. Es mi forma de decirte que ahora te toca a ti llevar la antorcha de la ilusión.
La felicidad duradera se encuentra en el saber dar y compartir, no en recibir.
Mi misión contigo ha terminado, pero no olvides que siempre te llevaré en mis recuerdos. Sigue creyendo en la magia, no la que ves, sino la que creas con tus acciones.
¡Feliz Navidad, mi joven amigo! Sé un poco de Santa Claus para el mundo.
Con todo mi cariño,
Santa Claus 🎅 y la señora Claus 🧑🎄