02/10/2025
|||
Amigos, estar desesperado.
O como le dice Ricardo Peralta: Carrera.
O como le dice la gente fea: Tinder.
O como le dicen los políticos quemados: “Es tiempo de unión entre los mexicanos, es por eso que decido unirme a la cuarta transformación y apoyar a la presidenta Claudia Sheinbaum”.
Desesperarse… es esa horrible sensación de haberse quedado ya sin opciones, de buscar por donde sea para poder salir de una situación poco agradable e incluso llamarle a aquella persona que juraste, jamás volverías a hablar… pase lo que pase… no importa la urgencia… ni por los viejos tiempos… ni porque “ay, pasé por donde íbamos por un helado y me acordé de aquella noche que prometimos ir a Puerto Vallarta y pues me atreví a comprar dos vuelos, ahorita vemos que le inventamos a tu Marido”…
Pues algo no tan alejado a esa realidad está viviendo Mexicali, ciudad famosa por su comida china, sus cervezas —y porque no importa la hora, te están sudando el trasero por el calorón—.
Mientras el gobierno de la 4T dice que el asunto del desabasto de medicamentos está prácticamente solucionado y que los únicos que hacen falta es porque unos proveedores no les han hecho las entregas (omitiendo el pequeño detalle que no les han pagado desde hace dos años), por el otro lado están los casos como el del Hospital General de Mexicali, quienes están realmente desesperados, no solo hay escasez de medicamentos e insumos, sino porque también dicen que existen desvíos de recursos por parte del gobierno estatal, encabezado por la gobernadora —y Michael Jackson que no sabe hacer el moonwalk—, Marina del Pilar.
Y es que el hospital al no poder acudir con las autoridades, decidieron usar una medida extrema: colocar una manta solicitando la ayuda de… El 🇷🇺.
Así es, la manta no solo reconoce al caballero como la persona con más poder en la zona, también lo solicitan por no estar vinculado con desvío de recursos públicos, y no sé cómo lo vean ustedes, pero para mí es un claro ejemplo de que en este asunto del desabasto, como Layda Sansores quitándose el bra, ya se siente la gravedad.
Y miren, qué tan mal está la situación, que la gente prefirió pedirle apoyo a una persona que las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa por su captura, que a nuestro gobierno, porque saben que en vez de ayudar, van a empeorar las cosas.
Tampoco estoy diciendo que la petición está bien, pero igual en muchas ciudades en el norte, los mismos criminales acaban apoyando al pueblo, (no nos hagamos, todos tenemos un tío que cuenta cuando “el patrón llegó al restaurante nos quitaron los celulares y nos pagó la cuenta a todos, por eso pedí doble plato de menudo”).
Ese mismo día fueron a preguntarle a la gobernadora su opinión acerca del tema y respondió lo siguiente: “ya son otros temas”.
Oiga pero no son “otros temas”, es EL TEMA. A todos nos vale corneta que haya ido al Suburbia por calzones porque no la dejan entrar al Marshalls, dio una conferencia de una hora entera y le dedicó 30 segundos al tema que literalmente TODO el estado se pregunta.
Lo que sí hizo Marina fue repetir todo lo que había dicho Sheinbaum del desabasto: que ya se había acabado, que solo faltan unas empresas que no han hecho sus entregas, y que ya tenían todo listo para la visita de Sheinbaum ese mismo viernes, donde hablaron sobre los avances en el estado y luego dejó a Sheinbaum en el puente para que cruce a Estados Unidos y le dijo “ay, amiga, te alcanzó ahí, adelántate”.
Y esa es la realidad de ese y muchos hospitales en México, pregúntenle a cualquier persona que trabaje en el Seguro Social, falta material, faltan medicinas, faltan manos, falta madre.
Por eso tengo que usar la misma frase que inmortalizó a Peña Nieto:
¿Qué hubieran hecho ustedes?
Y sí, la desesperación está llegando a que la gente tome medidas extremas, y algo me dice que no será la única vez que sucederá.
Y aunque la solución parece estar en chino, al menos en Mexicali, parece que estará en ruso.