17/02/2024
Eugenio Barba:
"Están ustedes frente a un pedazo de historia de vuestro país y también de la historia general de del siglo pasado y del comienzo de este milenio. La historia son los hombres y mujeres, somos cada uno de nosotros . No es verdad que nosotros no podemos cambiar la historia- Piensen en la historia de vuestro continente. Por ejemplo, cuántas ilusiones, cuántas esperanza sucedieron en la revolución cubana que fue hecha por un puñado de hombres y mujeres. Lo que parece imposible en cada uno de nosotros, sin medios, sin economía, es posible si ustedes tienen un compañero al lado suyo.
Para mí los verdaderos compañeros fueron los mu***os, los que encontré en los libros que me habían dado la sensación que en las biografías de las personas me iban a dar más, tal vez como miembros de mi familia. Como ese extraordinario director ruso que murió de cáncer a los 37 años, cáncer de garganta y que desde su cama les pedía sus actores que estaban ensayando uno de esos espectáculos que marcan la diferencia para todos nosotros que amamos el teatro y que era el Turandot presentado en Moscú, empezando la guerra civil en Rusia entre el frío, la miseria de la la gente que quemaba los muebles de su casa para calentarse. Entonces eso eso es lo que hace mi identidad. Son mis compañeros que habían sido rechazados de la escuela teatral y que nos reunimos a pesar que nos decían "ustedes no tienen un edificio teatral, ¿a qué vinieron? Voy a hacer teatro en donde puedo. Lo hago aunque sea en un refugio antiatómico que tuvimos la suerte de encontrar en Noruega, frío, con humedad que se caía de las paredes. Pero a la vez era la casa donde podíamos realizar lo que queríamos. Eramos libres de hacer nuestro teatro. Es quedarse, es conquistar la libertad a pesar de que afuera tenemos que tomar el carro del mercado. Tengan presentes que el mercado no es algo terrible, no es algo infame. El teatro es el lugar del encuentro. El mercado es el lugar donde tú debes decidir el camino del oficio. El vehículo del teatro es la relación contigo mismo. Desde allí tú sales después con los compañeros de trabajo. Es un espacio en el que tú tienes la oportunidad de tener una casita. un pequeño lugar que era nuestro, de nuestra imaginación, de nuestras ilusiones. Y en todo eso hay algo muy importante: el descubrimiento que lo que hacíamos tenía un sentido para otras personas. Esas personas a veces nos escribían, a veces nos invitaban a veces hacían un esfuerzo enorme aquí hay representantes que nos han invitado como si de veras hubieran escalado el Himalaya para encontrar dinero para poder presentar el Odín Teatret a los demás. Yo no sé en qué consiste esto, si yo he formado personas. Una cosa es cierta: lo que yo llamo mi pueblo secreto me ha formado a mí. Ha formado a mis actores, me han dado un sentido de responsabilidad hacia cada acción o cada decisión. Cada uno de ellos son una parte de mi biografía, de nuestras conquistas, de esta resistencia de cada uno de los que están aquí. Hay que mencionar también personas importantes que me han ayudado, por ejemplo, todos los libros que ustedes leen sobre mii teatro, sobre mí, fueron editados por un joven editor de teatro que se llama Edgar Ceballos, que lo encontré aquí en 1984 cuando Bruno Bert me invitó. Edgar dejó su carrera de director para poder comenzar a publicar libros, porque México necesitaba conocimiento. Eso que hace que un teatro o una clase de artistas de teatro sean considerados del Tercer mundo en el peor sentido de la palabra porque no tienen conocimiento. Y para eso es importante tener armas de conocimiento. Los libros han sido como les decía lo que nos permiten dialogar la verticalidad con los mu***os, que no están atrás, están enfrente de nosotros. Entonces Edgar Ceballos y también Ramiro Osorio y su hija Amaranta junto con Patricia Cardona, nos han traído muchas veces aquí a México. Es gracias a ellos y todas estas personas aque están hoy aqui que tal vez pueden tener un pedazo para construir vuestra brújula, porque eso es el teatro, la capacidad de aprender a luchar para vuestra libertad interior hecha a través de una forma de política que se llama teatro. La política del teatro es la belleza. Comunicar una forma de belleza que deberás hacer hablar a una parte de ti. Como espectador alguno de vosotros ha visto espectáculos que le han dejado algo de ese extraordinario panorama interior. Esa es la misión de lo imposible. No crean que es imposible cambiar el mundo. El mundo se puede cambiar. De una manera la puedes cambiar aunque para algunas personas sea imposible. Solo que lo posible toma más tiempo."
El pueblo secreto del Odin Teatret
Miércoles 7 de febrero 2024
Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM