
25/07/2025
¿Milagro financiero o crimen celestial? Los 11 millones incautados en Tuxtla
¡Alabado sea el efectivo! La Fiscalía del Estado acaba de protagonizar un capítulo digno de telenovela al detener a una pareja con más de 11 millones de pesos en cash, pero lo interesante no es el dinero… ¡es la historia detrás de la “bendición”!
Los protagonistas de este épico relato son Eduardo L., instructor de gimnasio en Urban Circuit, y Karen A., una pastora con pasado amoroso y presente delictivo. ¿El giro de la trama? Karen es (o era) esposa del pastor de la Iglesia Casa de Oración en Tuxtla Gutiérrez, pero la fe no la salvó de caer en la tentación… ni en las manos del Ministerio Público.
Hace unos meses, el pastor descubrió que su santa esposa andaba en un tórrido romance con su fornido entrenador. Como buen hombre de Dios, optó por una separación, pero con una penitencia extra: le congeló las cuentas y le negó cualquier bien material. Así que el amor y la fe no llenaban la cartera de la pastora… y eso, al parecer, era un problema.
La pastora sin cash y el instructor sin paciencia
El coach de pesas, al ver que su discípula espiritual ya no tenía el respaldo del cash divino, le advirtió que sin dinero su fe en el amor también se acabaría. Con el riesgo de perder a su atlético galán, la pastora ideó un plan de esos que ni el Antiguo Testamento justifica: ir por la “bendición” a la casa de la madre del pastor, donde se guardaban los diezmos.
Como ladrones en la noche, la santa pareja entró en acción. Pero lo que no estaba en el guion bíblico era que la madre del pastor los cachara en pleno acto. En lugar de orar por el perdón, optaron por algo más agresivo: le dieron una golpiza a la señora y se llevaron casi 12 millones de pesos en donaciones. Pero no crean que era robo, ¡no señor! Según la pastora, ese dinero era la mitad que le correspondía, porque las ovejas que lo dieron también eran suyas!
Y ahora, a pagar penitencia… pero en El apenal
El problema es que la fe mueve montañas, pero no la justicia. Tras su detención, el instructor ya está planeando cómo mantener su negocio en la cárcel: se dice que dará clases de crossfit en El Penal. Lo que no está claro es si la pastora abrirá algún ministerio tras las rejas… porque ahí no dan mucho diezmo.
Moraleja: Dios provee… pero la Fiscalía también interviene.
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