26/08/2025
Parece no tener fin el yugo de estas organizaciones criminales que atentan con el patrimonio y el trabajo honesto de nuestra región.
¿Será posible recuperar nuestra seguridad?
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Guardia Nacional Fiscalía General del Estado de Michoacán Claudia Sheinbaum Pardo Fiscalía General de la República
Ell cobro de piso crece en México mientras el gobierno federal se cruza de brazos
El cobro de piso se ha convertido en un impuesto criminal que asfixia a comerciantes en gran parte del país. En estados como Guerrero, Michoacán, Veracruz y Zacatecas, pequeños y medianos empresarios enfrentan la disyuntiva de pagar a grupos criminales o cerrar sus negocios para salvar la vida.
Las extorsiones van desde cuotas mensuales hasta amenazas de incendios, balaceras o secuestros contra quienes se niegan. El miedo es tan profundo que muchos comerciantes lo han normalizado, registrando el pago como un gasto fijo para poder seguir operando.
Organismos empresariales advierten que esta práctica ya afecta al 78 por ciento de los estados del país y que representa un freno para la economía nacional. Sin embargo, el gobierno federal sigue sin ofrecer resultados concretos. Pese a los anuncios de una estrategia nacional y promesas de una ley general contra la extorsión, en la práctica los criminales actúan con libertad mientras miles de víctimas callan por temor.
El problema crece, los negocios se hunden y las familias viven bajo amenaza, pero la autoridad federal permanece de brazos cruzados. El cobro de piso ya no es solo un delito, es una señal de la incapacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos.
Lugares como Ensenada en Baja California donde antes era un paraíso, ya se encuentran tomados por el crimen organizado.