
19/09/2025
La “Lotería del Bebé” fue un acontecimiento extraordinario y controvertido que tuvo lugar en París en 1911, en el que los premios fueron en realidad niños.
Entre 1805 y 1923, en Francia, solo se podía adoptar a adultos, e incluso esto se hacía bajo estrictas normas. Los huérfanos y los niños no deseados se enfrentaban a una vida dura y a menudo corta. Los orfanatos y "hospitales" que se les asignaban carecían de fondos y la supervisión era inadecuada. En estas instituciones, los niños crecían con escasa educación, muy pocas posesiones y, quizás lo más falto, afecto y amor. Si llegaban a la edad adulta, poseían pocas habilidades para la vida; las niñas a menudo recibían formación como empleadas domésticas, mientras que los niños adquirían solo habilidades prácticas mínimas.
A pesar de sus imperfecciones, los orfanatos eran una mejor alternativa a los asilos, donde los niños eran esclavos en las fábricas, luchaban por comida y dormían hacinados en camas compartidas.
La lotería fue aprobada por las autoridades, lo que permitió la participación de las parejas que no podían tener hijos. Todos los beneficios se donarían a orfanatos y otras organizaciones benéficas para niños. Aunque la idea pueda parecer impactante hoy, en aquel entonces, considerando las condiciones de vida de muchos de estos niños, las intenciones de los organizadores eran nobles: los pequeños encontrarían un hogar amoroso (con suerte), las parejas tendrían un hijo al que amar, las organizaciones benéficas recibirían valiosos fondos y el orfanato liberaría camas muy necesarias.
Una reflexión sobre un capítulo inusual y conmovedor del pasado, donde, entre las sombras, se intentó hacer brillar una luz de esperanza.