18/06/2025
Un volcán montaña llamada Matlalcueyetl
Impórtanos ahora tratar de la sierra que llaman Matlalcueye, que quiere decir “la sierra de las faldas azules”, que, para más claridad nuestra, se llama la Sierra de Tlaxcala. Llámanla los naturales “faldas azules”, porque es una sierra grande de maravillosa disposición, que, en tomo della, está poblada de una montaña hermosísima y espesa de árboles grandes, gruesos, que esta sierra produce por su gran fertilidad. Y, estando desviados de ella, parece una piña de color azul, a nuestra vista de maravilloso parecer, tan bien compuesta y perfeccionada, y tan pareja, que naturaleza fabricó, en este mogote, un capitel tan perfecto, cuanto humano entendimiento puede imaginar. Llámase la Sierra de Tlaxcala, porque toda ella, o la mayor parte, es de Tlaxcala y entra en la máquina de su p[ro]vincia. Y, en cuanto a n[uest]ro centro, está a la parte de levante, que casi declina más a la parte del sur que a la parte de oriente.
Es una sierra sola, redonda y llana, y tan bien formada y que viene a ser tan graciosa, que, a nuestra consideración, no hay en el mundo cosa semejante. Es tan cubierta de árboles tan espesos, que no tiene lugar descubierto, si no es en lo más alto y superficie de ella. Toda es una montaña de pinos, robles y encinas, álamos y quejigos, cedros, cipreses y abetos y otras arboledas de muchas diversidades, que, por no parar en esto, pasaré adelante.
Esto de lo más alto, que queda desnudo y desacompañado, que viene a hacer una punta muy aguda, cáusalo la mayor parte del año estar nevada. Tendrá esta sierra, de boj y de redondez, dieciocho leguas de monte, una más o menos, sin considerar lo que no es monte; porque, antes que lleguemos a los montes della, tiene mayor disposición y grandeza.
No quiero ahora tratar de sus quebradas que en torno della hay, adonde se cría muy gran copia de venados, de todas especies y géneros, de puercos, jabalís manteses, y leones y otras fieras, gallinas y gallipavos y sabandijas de innumerables propiedades y maneras, y muy gran suma de ganados vacunos, que se han tornado mostesinos a causa que, en un tiempo, hubo estancias de vacas en el Valle de Atzunpan y se acogían a esta sierra, y otros ganados, que se han venido de la Ciudad de los Ángeles y de sus ejidos.
Finalm[en]te, que es un bosque cercado de pueblos formados, que están fundados en las faldas desta sierra por ser llana, fértil y abundosa de panes: distilan della muchas aguas y muy buenas, y más hacia la parte del poniente que a la parte de levante. Los pueblos que están en torno desta sierra es la Ciudad de los Ángeles, a la parte del sur en cuanto a nuestro centro, y Quauhtinchan y Amozoc, y otros pueblos sujetos a Tepeacac, y el mismo Tepeacac, Nopalucan y Guamantla, pueblo sujeto a Tlaxcala. Y toda su provincia en torno, y en todos estos pueblos y lugares, y la ciudad de Cholulan, se proveen desta sierra de leña y madera gruesa en gran abundancia, y de sus humidades son las aguas que van a la Ciudad de los Ángeles y [a la] ciudad de Tepeyacac; y desta sierra proceden las humidades, lagunas y ciénagas de Tlaxcala: fuentes y aguas muy buenas y abundantes para estas poblaciones, como atrás dejamos referido, cuando tratamos de las lagunas y fuentes que hay en esta ciudad, y otros manantiales.
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Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala. Muñoz Camargo, Diego (1585)
