
18/04/2025
✅ 𝗖𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗶𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘁𝗶𝗲𝗿𝗿𝗮 𝘆 𝗲𝗹 𝗼𝗶́𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼
Cuenca Digital
Hoy por hoy, la marca Morena es una aplanadora en cualquier elección federal o estatal. Su sola mención levanta expectativas, genera confianza y arrastra simpatías. Pero cuando hablamos de elecciones municipales, el escenario cambia por completo. En los pueblos, en los barrios, en los ejidos y congregaciones… ahí el voto no se lo lleva el color, se lo gana la persona.
Aquí no importa si eres de Morena, del PAN, del PRI o del PT. Si no te conocen en tu comunidad, si no te han visto embarrarte los zapatos o no te han visto caminar el lodo después de una lluvia, no te van a dar el voto. Porque el alcalde es el gobierno más cercano a la gente, el que debe estar cuando hay un problema de luz, de agua, de calle, o hasta de pleito vecinal. Y eso la raza lo sabe.
Por eso hoy más que nunca, las planillas son el termómetro real de quién entiende el mapa político del municipio.
Julio César, el del PT, trae buena l***a, experiencia en administración pública, y conoce cómo se mueve un ayuntamiento. Pero se le fueron las patas con su planilla. Solo incluyó a la cabecera, Los Naranjos y Poblado Tres. Dejó fuera zonas importantes como Novara, Vista Hermosa y Paraíso Río Tonto. Y eso, en Tres Valles, es no conocer el territorio. Además, cargar con el apellido político de quien menos trabajó en las congregaciones lo deja en una posición muy cuesta arriba.
Xóchitl García, del PAN, se enfocó en Los Naranjos y la cabecera, pero olvidó al resto del municipio. Su planilla parece más una lista de amistades cercanas que una estrategia territorial. Y lo más curioso es que parte del panismo de hueso azul ya anda operando para Julio César. El PAN, como estructura, parece más dividido que nunca.
Mateo Ortiz, por otro lado, muestra una lectura muy distinta del terreno. Su planilla está armada con precisión quirúrgica: Cabecera, Poblado Tres, Los Naranjos, Vista Hermosa y La Guadalupe, que aunque no es congregación, tiene un fuerte arraigo con Paraíso Río Tonto. Él no solo buscó nombres, buscó líderes, buscó raíces. Por eso suena fuerte en todas partes, sin necesidad de tanta bulla.
Y el Dr. José Juan Gallegos, candidato de Morena, pareciera que se olvidó de lo que representa el movimiento. Su planilla es de cabecera y para cabecera. No hay representación de las congregaciones. Para colmo, cae en la vieja práctica del nepotismo, colocando en las primeras regidurías a Felipa Ramos González y a su sobrina Mónica Leyva. Eso no solo huele mal, indigna. Porque deja fuera a verdaderos fundadores de Morena, como el hijo del Profesor Juan Sarmiento (QEPD), también llamado Juan Sarmiento, relegándolo a una suplencia irrelevante. ¿Dónde quedó el discurso de lucha, de pueblo, de cambio?
Y luego se aventuran con el eslogan de “Gallegos va”… ¿Pero va a dónde? Porque con esa planilla, parece que va derecho… pero al despeñadero.
Reflexión final:
En Tres Valles, la gente ya no vota con el corazón en la marca, sino con la memoria en los hechos. Aquí quien gana no es quien más colores presume, sino quien más pueblos recorre. El voto municipal se construye con respeto, con arraigo, y con rostro humano. Porque al final, el que no conoce su historia… está condenado a repetirla. Y en Tres Valles, el pueblo ya aprendió a no tropezar dos veces con la misma piedra.