23/06/2025
Me he sumergido el primer semestre del año en varias mudanzas, de las cuales he aprendido mucho. A la par que sigo brindando mis sesiones.
La primer mudanza fue de espacio. HabrÃa que dejar varias cosas atrás para retomar nuevos espacios, adaptarse a lo que se tiene, con lo que se tiene, a lo que si se puede. Un movimiento sutil.
La segunda mudanza fue de mucha limpieza, de historias, de libros, revistas, muchas cosas viejas mias, de mis hermanos, de mi mamá, mucha depuración, romper, tirar, eliminar, o guardar. Desapego, soltar, adaptarme a la convivencia, nueva rutina, compartir con mamá, acomodarnos a su personalidad y hábitos de adulta mayor.
La tercer mudanza, fue de dejar ir, soltar un espacio, un rol, un lugar, jerarquÃas, espacio, nuevamente limpieza de cosas, depuración. Uff.
Me he dado cuenta que ha sido una práctica total, soltar, adaptarse, con los recursos y estrategias que se tienen. Valorar, agradecer, honrar lo que se tuvo y que la vida te ha dado y brindó.
Mucho trabajo exterior e interior de organización y flexibilidad.
Hoy estoy descansando un poco del último movimiento, fÃsicamente cansada, mentalmente acomodando y adaptándome, contenta por lo nuevo y a retomar lo que ya sé, con los recursos y estrategias que tengo y creando nuevas cosas.
Por que las mudanzas también te enseñan a tomar los cambios de manera distinta. Y abrir nuevos caminos.
Imagen tomada de la web.
Texto: Violeta Corzo