
16/07/2025
Brillas diferente cuando tienes a un buen hombre que cuida tu corazón.
No porque te diga que te ama...
sino porque te lo demuestra.
Todos los días.
Con lo simple.
Con lo real.
Con lo que no necesita filtro.
Brillas diferente
cuando ya no tienes que preguntarte si te quiere…
porque lo sientes en cómo te mira,
en cómo te escucha,
en cómo se queda cuando podrías jurar que todos se irían.
Con él no tienes que estar fuerte todo el tiempo.
No tienes que demostrar nada.
No tienes que mendigar atención, ni tragarte las lágrimas.
Él lo nota.
Te ve.
Te siente.
Y se queda.
Y entonces, algo cambia en ti…
Respiras distinto.
Tu cuerpo ya no está en alerta.
Tu sonrisa ya no es forzada.
Tu risa vuelve.
Tu brillo también.
Porque cuando un hombre te cuida bien,
no te resta luz.
Te la devuelve.
Te recoge en pedazos…
pero no para salvarte,
sino para caminar contigo mientras tú te reconstruyes.
Y tú…
que tantas veces te apagaste por otros…
ahora brillas.
Brillas sin miedo.
Brillas sin culpa.
Brillas porque alguien, por fin,
te ama como tú mereces.