
08/07/2025
Juchitán de Zaragoza: tradición, sabor y cultura en el corazón del Istmo de Tehuantepec
Primer Plano Magazine/Noé Juan Farrera Garzón. – Ubicado al sureste de Oaxaca, Juchitán de Zaragoza es uno de los destinos más representativos del Istmo de Tehuantepec, donde la identidad zapoteca se manifiesta con fuerza en cada rincón. Este municipio no solo destaca por su riqueza cultural e histórica, sino también por sus coloridas fiestas, su elaborada artesanía y su vibrante gastronomía.
Las tradicionales Velas son una de las máximas expresiones de la cultura juchiteca. Estas festividades, que se celebran durante la temporada seca, combinan música, danza, trajes típicos, flores y platillos tradicionales en un ambiente que enaltece el orgullo comunitario. Son más que fiestas: son rituales de identidad donde los lazos sociales y familiares se refuerzan con cada celebración.
En sus mercados y talleres artesanales, Juchitán ofrece una vasta gama de productos elaborados a mano, que van desde piezas de barro y cerámica, hasta textiles bordados, artículos de cuero, palma y joyería de oro. Cada objeto encierra una historia, un símbolo o una tradición que ha sido transmitida por generaciones.
El origen de Juchitán se remonta a 1480, cuando soldados del rey zapoteco Cosijopí fundaron la ciudad, dotándola de un profundo legado cultural que permanece vivo hasta hoy. Esta raíz zapoteca se refleja en la lengua, las creencias, la organización social y, sobre todo, en la comida.
El Mercado 5 de Septiembre es el lugar ideal para degustar la variedad de sabores que ofrece la gastronomía juchiteca. Desde las populares tlayudas y garnachas, hasta tamales de iguana y armadillo, sin olvidar los intensos moles, los guetabinguis (tortas de camarón seco con masa) y los infaltables totopos. Todo esto se acompaña con bebidas tradicionales como el pozol, elaborado a base de maíz, o un buen mezcal de la región.
Juchitán es un destino para dejarse sorprender. Su cultura viva, su gente orgullosa y hospitalaria, su comida con raíces prehispánicas y su historia hacen de este lugar una joya del sureste mexicano. Visitarlo es adentrarse en un universo donde el pasado y el presente conviven en armonía, con el sabor y el color como protagonistas.