09/01/2025
Propósito de Año Nuevo: ¿Te olvido, te perdono o te supero?
Por: Mtro. Gustavo Flores Alfaro
Al comenzar este año 2025 el cual, matemáticamente significa un cuadrado perfecto (2025= 45 al cuadrado), además está representado por el cuadrado de la suma de todos los dígitos del sistema numérico decimal (0+1+2+3+4+5+6+7+8+9) al cuadrado; por lo tanto, es un buen año para hacer cambios significativos en nuestra vida.
Y uno de ellos es este que quiero compartir contigo una vivencia que estoy seguro que en algún momento de tu vida has tenido que experimentar al terminar una relación laboral o personal, y nos cuesta mucho trabajo vivir el día a día con todas las emociones y recuerdos que quedan en la memoria, y no se diga los sentimientos encontrados que aun alberga nuestro corazón.
Sobre todo, porque la elección entre olvidar, perdonar o superar, a una persona, la mayoría de las veces no la manejamos de forma consciente, y dejamos que nuestras emociones y el subconsciente vayan decidiendo por nosotros como encontrarle una solución al dilema.
Las relaciones que vamos haciendo durante nuestra vida por lo general empiezan en el siguiente orden, primero la familiar, en la etapa de nuestra niñez, después la de amistad cuando empezamos a interactuar con la sociedad en el entorno donde vivimos y en la escuela; luego la de noviazgo, cuando decidimos pasar del sentimiento de la amistad a algo más profundo. Así llegamos a nuestra etapa laboral conforme entramos a nuestra edad productiva, e iniciamos relaciones de camaradería y competencia con nuestro entorno, ¿A que me voy a dedicar el resto de mi vida?, ¿La profesión que escogí es la correcta, o puedo experimentar algo más?
Hasta llegar a la decisión más difícil, para la cual no te has preparado lo suficiente, y por lo general no tienes la experiencia, cuando de todas las personas que has conocido decides escoger al que será tu compañero (a) de vida.
El escoger a una persona para establecer esta relación, más grande que la idea de la pura amistad o noviazgo, no debería significar necesariamente, una relación o compromiso indivisible, como lo escribió Alberto Escobar “tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir”, y realmente es una coincidencia, o me gusta más la idea de una diosidencia; luego entonces si esa relación con el tiempo no resulta ser lo que hubieras querido para toda la vida, ¿Debería ser más normal el separarse y buscar otra coincidencia? ¿Por qué se toma como un fracaso?
Veamos entonces, desde niños nuestro cerebro, como una nueva comp**adora, con todo su hardware instalado y en función de ON, está listo para recibir toda clase de información, que nosotros consciente e inconscientemente alimentamos para obtener resultados. Nuestro cerebro está ávido de aprender a través de la observación y del uso de nuestros otros sentidos, tacto, olfato y oído.
Y de esta forma y mediante este proceso, vamos relacionándonos con el medio ambiente y las personas; vamos escogiendo aquellas personas que son afines a nosotros, vamos creando pertenencia en los círculos sociales. Mas sin embargo no siempre nuestras elecciones son las más correctas, y terminamos por rechazarlas, por evadirlas y definitivamente por alejarnos de ellas.
Y entonces cuando decidimos poner fin a cualquiera de estas relaciones, por motivos que no estamos o no está nuestra contraparte dispuesta a tolerar, entramos a una nueva dimensión de sentimientos y emociones, traducidos a resentimiento, rencor, tristeza, melancolía, impotencia, etc. Pero también podrían ser motivo de felicidad, libertad, auto dependencia, superación, etc., como expresa Kany García “Desde que tú te has ido me ha ido de p**a madre”
¿Entonces, de qué podría depender en nosotros el efecto positivo o negativo de la separación y rompimiento de esa relación?
A ver si estás de acuerdo conmigo, el tratar de olvidar significa insomnios, coraje, angustia, trastornos emocionales, reflejados en stress, alcoholismo, fumar, etc., porque estas luchando por borrar de tu memoria recuerdos que aún están presentes, y me atrevo a decir, estarán ahí por mucho tiempo, tal vez de por vida.
Para que luchar con todos esos recuerdos que de una forma u otra forman parte de ti, se manifiestan en diferentes horarios de tu día a día, como dice Joaquín Sabina “tarde en olvidarte 19 días y 500 noches”, ya que precisamente en la noche, cuando no estas ocupado con todas tus tareas o distracciones, en Tik tok, Facebook, Instagram y demás plataformas, vuelven a ocupar un lugar predominante en tu memoria.
Si lo analizas bien, cuando se trata de sentimientos y emociones, no decidimos que alimentar a nuestro cerebro (hardware), somos un programa que una vez prendido, nunca se apagara, por lo tanto, en sus dos modalidades o “softwares” llamados consciente e inconsciente, estarán recibiendo y grabando cada segundo de tu vida, toda clase de información recibida.
Por lo tanto, el aferrarnos a olvidar o borrar de nuestro sistema, un sentimiento o una emoción puede que no sea el camino indicado para manejar lo que viene al terminar una relación.
Yo prefiero tomar la decisión de superar a la persona o la situación, ya que esto conlleva a tomar los recuerdos, sentimientos y experiencias del pasado y edificar sobre ellos, construirme como una mejor persona, y trabajar en ser una persona más completa para la próxima situación o relación que me vea involucrado.
Esta decisión implica el perdonar ya que es a través del perdón consciente, que talvez sea la parte más difícil de aceptar, lo que nos dará el sentimiento de superación, para poder empezar a realmente avanzar y utilizar toda esa energía de sentimientos y recuerdos, para ser más feliz.
Y si me encontrara nuevamente frente a la persona, le diría “supérame tú también para que entonces me recuerdes por haber sido parte de tu aprendizaje, no trates de olvidarme porque sufrirás, y al final sabrás que soy parte de tu historia, que estoy grabado en tu memoria, y puedes utilizar esa información para ser más feliz con alguien más. No nos equivocamos al escogernos, fue una decisión de entre millones de posibilidades y en su momento fue la que tomamos, para construir la persona que ahora somos”.
Y entonces solo entonces podré ser una parte de ti y tu una parte de mi sin que te estorbe o te pese llevarme contigo.